PRECAUCION PERSONA EN CONSTRUCCION

Uno de los más graves problemas que se han generado en esta sociedad sobrealimentada, malcriada y adicta a todo y a todos, es su escasísima tolerancia al dolor, a la frustración y al crecimiento personal, de modo que nos hallamos ante una amplia problemática de inmadurez y dependencia en un sector más que respetable de una población cada vez más infantilizada.

Como contrainsurgencia de la propia naturaleza humana, surge el boom de las relaciones tóxicas. ¿No queremos crecer? Pues el precio a pagar será el de penar eternamente por formas de amar inmaduras, egocéntricas e infantiles.

Sin embargo, la repetición de este ciclo depende enteramente de nosotros.

¿Cómo elegir tener relaciones sanas con los demás?

Tras una ruptura, es habitual escuchar frases como un clavo saca a otro clavo.

Lo cual habla del desprecio absoluto que nos genera nuestra ex pareja, a la que consideramos sustituible por cualquier otra persona.

Pero cada relación es única y valiosa en nuestra vida. Un amor y en especial, un amor conflictivo, es una de las experiencias clave en nuestra ruta emocional. Después de vivir una relación de este tipo, tenemos una oportunidad inmejorable para descubrir de lo que somos capaces para levantarnos. Pues una historia en que se ha generado tanto sufrimiento, nos enseña en primer lugar a enfrentarnos con la responsabilidad de generar amor hacia nosotros mismos.

Por ello, el proceso tras una experiencia dolorosa en el amor, siempre debería ser el duelo: nunca salir desaforadamente en busca de sustitutos, nunca huir con muchas personas y muchas actividades de nuestro dolor y nuestra tristeza. Ambos son emociones legítimas y forman parte de nuestro equipaje emocional como seres humanos.

Al aceptar el dolor y la tristeza, al dejarlos pasar, aceptarlos como parte del todo que somos nosotros, averiguamos quienes somos.

Podemos intentar huir del duelo y enganchar una nueva relación o perdernos en otras dependencias diferentes; pero esto no servirá para más que atraer situaciones repetidas que aparecerán para mostrarnos, de nuevo, la lección de la que estamos intentando escaparnos.

Decía el escritor y guru alemán Eckhart Tolle que el secreto de la vida era ‘morir antes de morir’ y ver que no hay muerte. Una buena definición de este proceso fundamental que es el duelo, en el que algo termina para siempre, para que una etapa mejor pueda comenzar.