En la estupenda ‘Olvídate de mí’ de Michel Gondry, el protagonista hace uso de una máquina para borrar todos los recuerdos asociados a su ex novia. ¿Cuántas personas no desearían, en el periodo de oscuridad que sigue a la ruptura, poder recurrir a un invento similar? No importa cuántas veces te repitan que el tiempo lo cura todo: tú quieres que te lo curen ya. Una y otra vez, te preguntas ¿cuánto va a durar esto? ¿cuándo volveré a ser feliz? Y nadie puede darte una respuesta.
Cantaba Camilo Sesto
Por más que pienso no puedo entender
porque motivo te pude perder
porque de pronto me siento perdido
en la espalda de tu olvido, tu silencio y tu desdén.
Y es que aunque cada historia es profundamente personal, los pensamientos posteriores a una ruptura son universales.
El fin de una relación no es sólo la pérdida de una persona que hasta ahora, mal que bien, había supuesto una fuente de comodidad, una zona de confort emocional. No importa cuán dañina fuese la relación, o cuántas dudas tuvieses con respecto a tus sentimientos: la mayoría de las personas nunca están tan enamoradas de su pareja como cuando las dejan. A pesar de lo cual no es el chip del amor el que se activa desaforadamente cuando pierdes a alguien: es el del miedo. No es el corazón el que entra en modo pánico, sino el cerebro, obligado a prescindir de su provisión de seguridad.
Los pensamientos más habituales después de una ruptura son:
– Era el amor de mi vida.
– Mi vida ya no tiene sentido.
– Quiero recuperar a mi ex.
– Nunca lo superaré.
– Nunca volveré a confiar en nadie.
– Nunca volveré a enamorarme.
– Nunca encontraré a alguien como él/ella.
A menudo sentimos que estamos en un bucle desesperante del que no podemos salir, en el que los pensamientos obsesivos se repiten constantamente hasta el punto del trastorno. Las personas sufren y se preguntan:
¿Cómo salir de este bucle? ¿Se pueden controlar los pensamientos negativos?
Quizás deberíamos reformularla:
Dado que mi mente es quien me genera mi visión de la realidad ¿porqué aparecen estos pensamientos y qué quieren decirme realmente?
No existe un ser mágico y omnipotente que esté infundiendo hechos incontestables en tu manera de pensar.
Tus pensamientos proceden de tí. Haz un pequeño experimento. Prueba a preguntarte a tí mismo: ¿porqué estoy generando estos pensamientos y no otros? ¿de dónde proceden? ¿quién me está enviando estos pensamientos? ¿qué me están intentando mostrar?
Imagina que en tu interior habita un pequeño profesor. Haz que este profesor hable por encima de tus pensamientos y pregúntale ¿qué significan? ¿provienen del miedo? ¿a qué tengo miedo?
Toda emoción, toda formulación, toda expresión, es el camino a un conocimiento. El duelo es una etapa única para detenerse un tiempo, darse un respiro de las expectativas propias y ajenas y centrarse únicamente en dos propósitos: curarse y aprender.
El poema «La posada» del poeta sufí Rumi, lo expresa maravillosamente
Ser humano es ser una posada.
Todas las mañanas llega alguien nuevo.
Una alegría, una depresión, una mezquindad,
Despertamos momentáneamente a algo nuevo como acogemos a un visitante inesperado.
Recíbelos y atiéndelos a todos, aunque sea un montón de penas que barren violentamente tu casa y la vacían de muebles.
Aún así, trata a cada huésped de manera honrosa.
Tal vez te esté preparando para algún nuevo deleite.
El pensamiento sombrío, la vergüenza, la malicia ve a recibirlos a la puerta, con una sonrisa e invítalos a entrar.
Agradece a quienquiera que llegue porque todos han sido enviados como guías del más allá.
No tengas miedo de lo que consideras negativo. Tiene su razón de ser y de estar. No luches contra ello. Sólo mantente abierto y escucha.
Así es exactamente como m siento en este momento, con una necesidad irrefrenable d suplicar y arrastrarme…
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Gracias por este articulo y todos los demás, me son de gran ayuda en estos momentos tan difíciles…
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Hola Susana, te deseo muchísimo ánimo en esta etapa que estás viviendo. El dolor es una emoción que nos hace anclarnos a nosotros mismos, crecer y por tanto, es parte indispensable del camino a la felicidad. Volver atrás a algo que no funcionó sólo por no enfrentarnos a ese dolor, es negarnos el pasar a otras etapas de nuestras vidas y estancarnos en una inmadurez que a la larga, resulta ser mucho más dolorosa. Un abrazo muy fuerte 🙂
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Hola Cristina, muchísimas gracias por tus palabras de ánimo. Sinceramente me alegro tanto de haber encontrado tu página, la leo cada día y cada día descubro más cosas que me ayudan a ir superando poco a poco esta situación tan complicada. Es la primera vez que realmente tengo que hacer frente a una situación tan dolorosa, y en los momentos de lucidez intuyo lo bueno que hay al final del camino, y lo que me ayudará a crecer como persona y a disfrutar más de esta única vida que tenemos. Un abrazo y enhorabuena de nuevo por tu página!
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Dios, ¡GRACIAS!
Estoy pasando por una ruptura reciente, y la verdad es que encontrar tu página (en mitad de tanto ruido que hay en Internet), ha sido una salvación.
Porque me ha ayudado a ver por qué no ha funcionado mi relación, y sobre todo ha puesto patas arriba mi mundo interior. No quiero extenderme mucho con lo que me ha pasado, solo diré que estoy en un punto en el que me he detenido, me estoy mirando al espejo, y por primera vez estoy empezando a quererme, replanteármelo todo y poder crecer de verdad. (Para quien se lo pregunte sí, DUELE, y MUCHO. Pero es un dolor necesario para crecer).
Mi forma de agradecerte todo lo que escribes y cómo nos haces sentir (hay cosas que no se pueden pagar con dinero), es compartir algo que yo escribí hace poco (y que supongo reflejaba el punto en el que estaba o lo que deseo). Se llama nunca es tarde:
NUNCA ES TARDE…
¿Tienes un par de minutos? Es todo el tiempo que quiero robarte.
Vivimos atados a convencionalismos, consejos, normas que no hemos escrito y experiencias de otros que no hemos vivido. Y atados a ellos pensamos que ya es demasiado tarde. Que un beso llega demasiado tarde. Que un “te quiero” con el alma en la mano y temblando la voz… llega demasiado tarde. Que ya es tarde para esa llamada que tanto llevabas esperando, esas palabras que tanto bien te haría decir o escuchar.
Nos perdemos en el bosque lleno de niebla que es la vida, y pedimos ayuda a la gente que queremos, para que nos agarren de la mano y nos saquen de allí. Y no dudo que lo hacen con todo el cariño del mundo… pero donde nos sacan es al camino que ellos creen es el correcto, no al camino que solo nosotros, en nuestros adentros, sabemos que es el nuestro. Pero lo aceptamos, porque les queremos y sabemos que lo hacen con buena intención….
… No. Cuando te suceda eso da las gracias, una caricia en la nuca, con una sonrisa diles que estarás bien, y vuelve a meterte en el bosque. Vuelve a perderte, esta vez sin nadie que te ayude a salir. Es la única forma de que te encuentres contigo de nuevo, y guiado por un olor, una sensación, por esa pequeña luz que te dice “preséntate a la reunión”, “llámale”, “dile que le quieres”, “coge el coche y vete”, “escríbele”… encontrarás el camino que te lleva a trazar tu propia vida.
Porque los consejos no son más que recuerdos de la experiencia que alguien vivió, que no tiene porqué ser la misma que vas a vivir tu. Nadie sabe cómo vas a andar tu camino, ni a qué destino te va a llevar. Sólo cuando llegues lo entenderás, mirarás atrás, y podrás unir todas las piezas del puzzle que has ido recogiendo a cada paso.
Pero mientras caminas, ten siempre presente esto: nunca es tarde. Nunca es tarde para volver a jugar con tu perro, mientras se pone a dos patitas con la pelota en la boca, mirándote con esa cara de amor puro e incondicional que sólo quien ama a los animales entiende. Nunca es tarde para una sorpresa, para llamar a ese amigo del que llevas tanto tiempo sin saber y te da vergüenza llamar por el qué dirá (seguramente le alegrarás el día). Nunca es tarde para seguir lo que te dice el corazón, para hacer eso que tanto tiempo llevas esperando al momento perfecto… no existen los “momentos perfectos”… el momento perfecto es hoy. Ahora. Nunca es tarde para darte la vuelta, correr y alcanzar a esa persona que se está alejando, que no es perfecta, pero que te entiende y te quiere como mejor sabe, como mejor le han enseñado. Nunca es tarde para rectificar, ni para dar ese abrazo que tanto te cuesta dar con la persona delante, y que tanto te arrepientes de no haber dado 10 segundos después mientras le ves alejarse. ¡Corre y dáselo! No te lamentes, no te arrepientas, no esperes a que sea demasiado tarde.
Porque sí, un día esa persona se irá. Cerrará los ojos para no volver a abrirlos y entonces ya sí será tarde. Será tarde para todas las palabras que no hayas dicho, todos los besos que no hayas dado y todas las locuras que no hayas cometido. El día que acabe todo de verdad, no llorarás porque se haya ido, lo harás por todo lo que te guardaste, por todas las experiencias que quisiste hacerle vivir y ya no vivirá. Llorarás más amargamente cuantas más palabras te hayas guardado y ya no le puedas decir. Cuantos más sueños se le hayan quedado sin cumplir. No dejes que eso ocurra. Que las únicas lágrimas que derrames sean por la pérdida, no por el arrepentimiento.
Espero que eso ocurra dentro de muchos, muchos años. Pero mientras tanto, por favor, olvida todo lo que te digan, todos los prejuicios, todos los consejos con (sin duda) buenas intenciones. Olvida todo eso y abrázate siempre a estas tres palabras: nunca es tarde.
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Hola Braulio,
Cada proceso de duelo es totalmente personal e individual. Sólo uno conoce su dolor, sus miedos, sus heridas, sus expectativas,etcétera…Pero estamos más «conectados» en el dolor que en la alegría, pues a pesar de ser diferentes, cuando sufrimos, somos hermanos.
Muchas gracias por compartir ese vislumbre íntimo de tu propio proceso. Que no quede nada por lo que arrepentirse 🙂
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Que bonito lo que has escrito braulio!!
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Hola Cristina. ¡Qué bueno que encontré tu blog!
Soy mujer, 27 años. Hace unos meses empecé una relación con un chico. Nunca hemos formalizado lo nuestro, ibamos poco a poco. Nos estabamos conociendo pero todo iba bien.
Hace un mes él tuvo mucho trabajo y comenzó a distanciarse. (Trabaja fuera de la ciudad). Él ya me advirtió en su momento que durante este mes iba a estar muy ausente. Sin embargo una cosa es que él tenga que trabajar mucho (perfectamente entendible) y otra cosa que cambie el trato hacia mi: me escribía cada dos-tres días, no me preguntaba por mi vida, no tenía ni una palabra cariñosa, jamás en un mes quiso hablar conmigo por teléfono, …
Al principio le mostré cariño (dicen que si quieres recibir debes dar primero) pero él seguía distante. Luego decidí darle algo de espacio para no agobiarle. Después intenté hablar con él (una sola vez y en un momento en que él tenía poco trabajo para no sumar agobios) y él no contestó, desapareció unos días y volvió a aparecer como si nada hubiera pasado con un «qué tal estás? me tienes abandonado».
Hace unos días que él terminó su trabajo. De vez en cuando me decía que me quería ver pero no concretamos nada. Intenté hablar con él (también por escrito porque no le gusta el teléfono) y le dije que esto no iba, que yo quería otra cosa en mi vida. Volvió a desaparecer. Ya perdida le dije que estaba hablando sóla y que ante su indiferencia no me quedaba otra que zanjar la relación . Me dijo que él no tenía que convencerme de nada, que estar con alguien era una decisión conjunta. No intentó dialogar conmigo en ningún momento acerca de la falta de comunicación, ni de mejorar la relación. sólo dijo que él no pensaba así, que no podía hacer nada para cambiar su actitud, que estaba estresado y que respetaba mi decisión.
A mi él me encantaba pero me parece casi humillante que en un mes no quiera ni hablar conmigo, que desaparezca cuando trato de tener una conversación seria y que no intente dialogar. Igual soy yo una insegura. Tengo muchas dudas y me siento un poco estafada. He leído todo lo que escribes por aquí y pienso que ahora pensará que soy yo la que no siente nada y que encima trato de echarle a él toda la responsabilidad. No sé si me estaré equivocando.
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Hola Lily,
Acabas de describir lo que me acaba de pasar a mi. La relación no estaba formalizada, también ibamos despacio, también desaparece en épocas de trabajo y contacto mínimo (nunca telefónico).
La conclusión que yo saque: Las relaciones tienen que ser equilibradas y los dos tienen que dedicar tiempo. No se puede desaparecer y dejar el peso de la relación a una sola persona.
Más bien él te intenta responsabilizar a ti de su falta o problema de compromiso (igual me paso a mi) por muy ocupado que se este siempre hay tiempo para una llamada o para un mensaje (sino se esta en la misma ciudad). Si atendemos al comportamiento del chico con el que estabas o el del mio, entonces ninguna persona en cargo de responsabilidad tendría pareja (hasta los Presidentes de los Gobiernos tienen pareja, cirujanos prestigiosos, auditores de firmas internacionales, y un largo etc….). El problema no es el tiempo, el problema es que hay personas que les cuesta comprometerse, el mio tiene más de 40 años y aún no ha vivido de forma estable con nadie y es un adicto al trabajo.
Tu no tienes ningún problema ni te equivocas por intentar hablar con él y plantear tu forma de ver la vida.
Ánimo y si él tiene una lista de prioridades de la vida distintas a la tuya, ya encontrarás a alguien que encaje mejor contigo.
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Hola Lily,
Acabas de describir lo que me acaba de pasar a mi. La relación no estaba formalizada, también ibamos despacio, también desaparece en épocas de trabajo y contacto mínimo (nunca telefónico).
La conclusión que yo saque: Las relaciones tienen que ser equilibradas y los dos tienen que dedicar tiempo. No se puede desaparecer y dejar el peso de la relación a una sola persona.
Más bien él te intenta responsabilizar a ti de su falta o problema de compromiso (igual me paso a mi) por muy ocupado que se este siempre hay tiempo para una llamada o para un mensaje (sino se esta en la misma ciudad). Si atendemos al comportamiento del chico con el que estabas o el del mio, entonces ninguna persona en cargo de responsabilidad tendría pareja (hasta los Presidentes de los Gobiernos tienen pareja, cirujanos prestigiosos, auditores de firmas internacionales, y un largo etc….). El problema no es el tiempo, el problema es que hay personas que les cuesta comprometerse, el mio tiene más de 40 años y aún no ha vivido de forma estable con nadie y es un adicto al trabajo.
Tu no tienes ningún problema ni te equivocas por intentar hablar con él y plantear tu forma de ver la vida.
Ánimo y si él tiene una lista de prioridades de la vida distintas a la tuya, ya encontrarás a alguien que encaje mejor contigo.
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Terminé mi relación hace dos días, llevaba 9 meses y yo decidí dejarla. Me costó, pero sentía que no íbamos al mismo ritmo (él más rápido) y yo lo permití, ya que accedí a ser su novia a las 2 semanas sin estar segura, yo lo conocía solo de lejos, me asusté relmente, no me sentía comoda con que me dijera que me amaba al mes o que tuviera tantas atenciones, de verdad me parecían exageradas o que me quisiera seguir a todos lados, me sentí asfixiada y muy presionada por cumplir las expectativas que él tenía, muy romáticas para mi gusto. El punto es que durante meses creí que debía dejarlo, aunque intentaba estar bien no podía, me costaba. No entiendo porque no pude correspoderle, me siento una horrible persona y por eso decidí dejarle, para que encuentre a alguien que le de todo lo que el busca. Ahora solo siento que hice bien, pero luego siento que lo extraño, o que me quedaré sola, supongo que es normal.
¿Qué puedo hacer?
Quiero cerrar este ciclo de la manera correcta, aprender a estar sola y quizá después tener una relación sana.
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hola mi nombre es clarisa
Actualmente estoy separada de mi aun esposo tengo 35 años y el 28 hace 7 años empezamos una hermosa relacion yo era madre soltera y el era un amor con mi hijo tambien venia de una familia disfuncional y habia sido criado por su padre el era con mi hijo un buen padre y por ello me case con el pq me enamoro tanto con el cariño que le dio a mi hijo como a mi y tuvimos 4 años en los cuales hace 2 me embarace y todo cambio el dejo de ayudarme mas en casa y queria salir mas pase un embarazo riesgoso aveces me atendia como toda una embarazada necesitaba pero otras no hasta que nacio el bb y yo me aferre mas a mi pequeño mas aun por ser madre y pq es pequeño y necesita de mi atencion en cambio el se alejaba de nosotros aveces era atento otras no y cuando mi pequeño cumplio 1 año el era mas reacio con el lo alejaba y eso me molestaba mucho por eso es que no lo atendia y como no me ayudaba yo tmb me alejaba de el hasta que mi pequeño cumplio 2 años y el nos dejo por otra mujer que si lo atendia lo compredia y estaba libre para el, el no penso en nosotros y en el pedia atencion pero no nos brindaba la atencion necesaria en fin ahora ya llevamos 2 meses separados el no quiere regresar conmigo me lo dijo claramente cuando nos dejo y yo lo que necesito es salir adelante deseo que este dolor que tengo pase rapido y no se que hacer fui a psicologos que lo que hacen es cobrarte caro en vez de ayudarte y no se como hacer para salir adelante y lo peor de todo es que no salgo pq no tengo con quien salir y no me puedo distraer quisiera alguna ayuda consejos tips para poder superar esto y avanzar.
Gracias
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Hola Cristina, necesito contar mi historia para desahogarme un poco.
Inverti mas de 2 anos en una relación, donde ambos montamos un negocio, y mucho trabajo detrás, puedes imaginarte sin fines de semana un horario muy fuerte de 7 am a 9 pm, mucho estres por presiones económicas y muchas peleas…un dia a otro tuvimos una pelea muy fuerte,y me dijo que no llegara mas incluso bajo amenazas muy sucias de si me aparecia iba a formar tremendo escandolo, lamentablemente yo no aparecia en ningun papel porque la empresa era suya el puso practicamente todo el dinero junto con su familia, yo nos mantenia lo de la casa comida, insumos, diversion y trabajando sin remuneracion, prestamos para el pago de trabajadores. El termino de la relacion vino poco despues del termino de la relacion laboral, quizas 1 semanas despues, y me dio 3 dias para que saliera de la casa, que iba a entregar el apartamento y se iba a vivir con su madre que yo viera que hacia.
Yo habia emigrado para estar ahi, gastado casi todos mis ahorros, y con el corazón partido, ni siquiera pude despedirme de mis compañeros de trabajo ni de los amigos que pude hacer en los alrededores. Su familia ni siquiera se despidió de mi, y los veía a diario, ni siquiera un sms…lo senti todo tan falso.
El momento cumbre fue cuando le vi la desesperación en sus ojos por salir de ahí. Me insultaba de una forma que un no entiendo como pude permitir tanto, la angustia me dio fuerzas para poder salir de todo este caos, habia tenido muchos colapsos nerviosos previos..
Hay una frase muy sabia que dice, uno no sabe para quien trabaja. Me siento usada, muy perdida, aunque he ganado mucho en salud mental. El me hecha en cara que soy yo la responsable de todo, de que mate su amor en las peleas.
He estado escuchando muchas charlas de covadonga perez, no se si la conoces y su filosofia espiritual me esta atrayendo mucho, que nuestros exs son nuestros maestros, que en la vida nada es fortuito, tengo que decir que estos problemas que estoy pasando quizas han propiciado para que yo haga un cambio positivo en mi vida, para que esta espiritualidad que es un mundo rico y nuevo para mi dejarla entrar, nutrirme de estas cosas y llenar ese vacío que tanto me persegui. Pero es muy dificil, lloro por las noches, y me estoy machando continuamente por todas estas historias.
Muchas gracias por la atencion.
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Hola Cristina. Gracias por tu blog y tu manera de expresarte que ayuda a tantas personas a abrir los ojos y ver la vida desde otro punto de vista.
Mi historia se centra en un divorcio con un bebé recién nacido, me costó mucho salir adelante y a los cinco años de recuperarme y encontrarme a mi misma, conocí a un hombre encantador, sensible, amable, cariñoso y que me hizo descubrir sentimientos y sensaciones que jamás había experimentado.
Llevamos dos años y tras varias idas y venidas seguimos la relación no sin mis preocupaciones y dudas. El tiene un hijo adolescente el cual no conozco y no dejo de pedirle que me lo presente pero busca excusas para no hacerlo. Cuando el chico viene, marxha con el para casa de la madre de mi pareja. Otras veces me dice que está con el chaval y averiguo que no es cierto que lo pone de excusa. Tampoco me ha presentado ni amigos ni familia.
Es cierto que no tiene muchos amigos o casi nadie en esta ciudad pero tras dos años nadie sabe de mi existencia ni yo de la de nadie cuando yo a el lo introduje en mi círculo familiar y de amistades.
Te explico todo esto porque el me dice que a veces queda con amigos o amigas de la otra ciudad donde vivía y que me miente porque soy desconfiada y celosa y así no le doy vueltas a la cabeza. Pero cuando me entero lejía de tranquilizarme lo que hace es negar y seguir mintiendo y de ahí no sacas nada.
Hemos discutido y se ha marchado porque tiene una amiga muy amiga segun el que es con la que queda en esa otra ciudad cosa que pasa una vez al mes y a la cual no conozco.
Dice que es y a amistad de hace años que se lleva bien que simplemente es una bonita amistad pero que no hay nada ni hubo. El caso que sospecho estos dos años porque se mensajean y cuando le reclamo me miente y dice que hace tiempo que no hablan.
Ayer le reclame de nuevo y otra vez lo mismo, me mintió y tuvimos una discusión gorda porque él lejos de aclararme las dudas o tra quilizarme pues se enojó y dijo que no tenía porque darme explicaciones y que yo no tenía que bus ar en su ordenador ni en sus cosa privadas, que yo tenía una gran falta de confianza y que era mi problema.
Marchó enfurecido para casa de su madre y no se nada de él. Quise hablar por WhatsApp y entiendo que he sido bastante pesada con los mensajes pero la respuesta es siempre la misma que lo deje en paz que lo deje tranquilo.
Es un sinvivir, no se que pasará si continuamos o nos dejamos, no se que hacer ni como actuar, no se abre a diálogos ni enfrenta los problemas, simplemente huye. Es una angustia.
Gracias por leerme y perdón por este tostón pero no se a quien acudir.
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