Invisible Man in the Mirror Invisible frente al espejo

La tónica general de una relación tóxica es el autoengaño. Si has empezado a salir con alguien y te encuentras justificando unos comportamientos que desde el inicio no te cuadran o te hacen sentir mal…cuidado. Porque cuando aceptas la regla implícita de que a partir de ahora, todo lo anormal se vuelve normal, has entrado, como Alicia, en el agujero del País de las Pesadillas.

Si desde el principio ves señales extrañas y comportamientos inquietantes…lo acabo de conocer, dale tiempo, seguro que con el cariño y la confianza cambiará.

Ahora no está preparado/a para una relación...le aguantaré su frialdad, sus idas y venidas y su falta de compromiso conmigo…y un día se enamorará y cambiará.

Si te faltan al respeto reiteradamente…es que su carácter es así, pero en el fondo es una bellísima persona. Cuando se cure de sus traumas de la infancia, cambiará.

Si desaparecen durante días, a pesar de mantener una relación...necesita más libertad y que le deje su espacio, poco a poco se irá acostumbrando a estar conmigo y cambiará.

Si desprecian lo que tú eres: tus amigos, tus aficiones, tus sentimientos...es que es su manera de defenderse del miedo que  tiene de lo mucho que me ama. Con el tiempo se sentirá más seguro/a y cambiará.

Si te celan, te controlan, no te dejan ni respirar y te supervisan hasta la manera de vestir...es que tiene mucha inseguridad, con el tiempo se sentirá más  tranquilo/a con mi amor y cambiará.

Si la convivencia es tormentosa y conflictiva...en el amor no hay que tirar la  toalla a la primera. Hay que adaptarse y luchar. Cuando nos acoplemos, cambiará.

Si uno bebe demasiado, se droga o es adicto a cualquier cosa que deteriora la relación...Yo le salvaré. Se curará y cambiará.

Si te gritan, te insultan, te tratan mal…es que lo ha pasado muy mal en la vida, con mi apoyo y mi ayuda…cambiará.

Si prometen pero no cumplen…un día cumplirá lo que promete. Voy a estar ahí al pie del cañón y se dará cuenta de lo mucho que valgo. Y cambiará.

Si eres profundamente infeliz, lloras a menudo o te sientes solo/a en la relación…¡pero también hemos tenido momentos buenos!

Si son compulsivamente infieles...en el fondo es una gran persona, pero tiene sus vicios, como todo el mundo. Un día cuando ya sea mayor y se haya cansado, cambiará.

Si un día parece ser un ángel y el día siguiente, un demonio…es que está muy estresado/a en el trabajo. Es que tiene depresión. Es que tuvo una vida muy problemática. Es que su madre le mimó demasiado. Es que es inmaduro/a. Con el tiempo se desestresará, se le pasará la depresión, se tratará con un psicólogo, madurará…y cambiará.

Si empiezas a tener miedo, angustia, depresión, inseguridad o cero autoestima…es una pequeña crisis, no se puede ser feliz siempre, las relaciones no son un camino de rosas…hay que aceptar a la gente tal y como es…si aguanto la mala racha…todo cambiará.

stop

Cada persona es un mundo y todos tenemos particularidades, además de una bonita colección de virtudes o defectos.

Pero hay una serie de normalidades innegociables en toda relación de pareja.

– Que te traten bien.

– Que no te coarten la libertad.

– Que no cambien de personalidad.

– Que ofrezcan apoyo y cariño.

– Que te respeten.

– Que no desaparezcan.

– Que quieran lo mismo que tú.

– Que no sientas  que estás hipotecando tu vida por una felicidad que nunca llega.

– Que no tengas que autoengañarte de manera reiterada para soportar las conductas del otro.

– Y, por supuesto, que te sientas bien en la relación. Si tú estás mal, algo está mal. No le busques vueltas. No hay más.