miedo al compromiso

Es una de las excusas estrella en relaciones que no acaban de funcionar. ¿Existe el miedo al compromiso? ¿O es el premio de consolación para quienes no pueden asumir que la otra persona sencillamente no les quiere?

Generalmente, se identifica el miedo al compromiso con no desear casarse  o tener descendencia. Sin embargo, una persona puede estar involucrada al 100% con su pareja y que su opción deseada de vida no incluya el matrimonio o los hijos, al igual que existen quienes se evaden de forma constante de la relación aun habiendo firmado todos los papeles pertinentes.

Hablamos de miedo al compromiso cuando alguien no se entrega afectivamente. Cuando pone barreras, distancias y parámetros diversos para marcar el ritmo de una relación que no le llena, pero de la que no puede prescindir porque depende del soporte afectivo o sexual que obtiene de ella.  Su intensidad se despliega en otras actividades: salir de marcha, hacer deporte, practicar alguna afición o incluso desarrollar adicciones.  Todo es válido mientras permita evadirse y mantener el control. 

¿Cómo actúa una persona con miedo al compromiso? Puede que todo haya empezado estupendamente: hay física, hay química, habláis a menudo, pero de repente, empieza a distanciarse, no se entrega del todo, empieza a encontrarte fallos de todo tipo o le pareces estupendo/a pero tiene muchos traumas del pasado, etcétera…

O quizás la persona a quien amabas se aleja de ti o te ha pedido «un tiempo», alegando este misterioso mal.

Si te encuentras en esta situación, lo habitual es que estés buscando desesperadamente la manera de entender y a la postre, «curar» ese miedo al compromiso que parece ser la única barrera que existe entre tu pareja y tú.

¿Estás seguro/a de que quieres derrochar tu tiempo y energía en hacerlo? Hay muchas variables del miedo al compromiso: miedo a lo desconocido, miedo al cambio, miedo a sufrir…pero en todos estos miedos existe un mismo factor en común: no aman del todo.

El  supuesto miedo al compromiso en realidad no significa más que el miedo a no comprometerse con uno mismo.

Comprometerse a ser realmente independiente: a no utilizar a los demás para no sentirse solo; a enfrentarse a los propios dolores y miedos para sanearlos; a generar amor de forma autónoma, sin buscarlo desesperadamente en otros; a desapegarse de la necesidad de estar con alguien a como dé lugar. Una persona libre, lo es dentro o fuera de una relación.

¿Cómo actuar cuando consideramos que nuestra pareja tiene miedo al compromiso? 

– No aceptes migajas: si le doy tiempo, se le quitará el miedo y se enamorarátengo que esforzarme para conquistarle/a…¿te suenan estas frases? Si estás metido/a en un tipo de relación y quisieras otra…no aceptes sucedáneos.

– No aceptes un «no sé» por respuesta: en el amor debemos sentirnos libres, ser nosotros mismos, disfrutar y fluir con lo que se siente. Se ama a o no se ama: sólo la dependencia y el conformismo entienden de grises.

– Coge las riendas: si estás en el juego de las idas y venidas, no sufras en silencio. Expresa claramente lo que deseas, no te dejes llevar y practica la asertividad para poner tus límites. En el momento en que te sientes un monigote sin voluntad en los vaivenes de la otra persona, ya te has perdido.

– Sé coherente: guíate por tus propios valores, malos o buenos, son los tuyos. No te sacrifiques y ten claro lo que quieres. De lo contrario, siempre te impondrán lo que quieran los demás.

– No le conviertas en tu misión personal: ¿estás con alguien que ha tenido malas experiencias y consideras que puedes darle un tiempo para que se abra de nuevo? Si tomas esta decisión, no adoptes el papel de caballero/a andante en su caballo blanco. Este plazo debe ser para que la otra persona se ocupe de sus propias neuras y tú puedes darle ánimo y apoyo, pero no dejarlo todo para convertirte en su psiquiatra. Sigue con tu vida y da espacio para que las cosas se desarrollen de forma natural.

– Observa tus propios miedos: a veces hay que perder para ganar.  No tengas miedo a apartar de tu vida a una persona que tiene miedo a comprometerse contigo.

¿Eres tú el espíritu libre?

Iniciar pseudorrelaciones románticas con personas que no te llenan para ir matando el rato habla de tu dependencia, no de tu libertad. Si realmente te consideras una persona que no precisa de establecer vínculos, sé consecuente y no extiendas cheques que tus fondos no puedan cubrir. Si deseas que respeten tus elección de vida, empieza por no tratar de imponérsela a tus parejas. Atrévete a ser verdaderamente libre.