¿Estar al lado de alguien que se queja, lo ve todo negro y se hunde lentamente sin ponerse soluciones, sin motivarse y sin encontrarle sabor a la vida? Todo un reto.
Quien haya conocido la depresión en un ser querido (o en carnes propias), sabe de primera mano lo poco útiles que resultan los ánimos, los ¡piensa en positivo! y los buenos propósitos.
Una depresión no es una elección. Es una enfermedad. A veces es como un catarro, leve y de escasa duración: otras veces se cronifica y te arrastra lentamente hacia un mundo de sombras sin que tú puedas decir en qué momento empezó a producirse esta invasión silenciosa que se fue colando por los intersticios de tu ser. Hasta que se apoderó de ti.
La mayoría de las personas viven algún episodio depresivo a lo largo de su vida. Vivimos tan enfocados a cumplir con el exterior – trabajo, pareja, familia, amigos, etcétera…- que nos hemos acostumbrado a ignorar las necesidades y las peticiiones de ayuda de nuestro interior. El resultado es que llegamos a un punto en el que acumulamos polilla, trapos sucios, traumas latentes, frustraciones y mucha rabia, pero eso sí, todo bien condensado y escondido para poder seguir funcionando.
Quitando el detallito de querer morirnos todos los días, todo lo demás luce estupendo.
La depresión no biológica es lo que acaba llegando, cuando nos olvidamos de construir nuestro interior para volcarnos a cumplir una determinadas expectativas externas. No es un enemigo: es un mecanismo de defensa. Si pudiera hablar, diría algo así como:
Se acabó, majete. Si tú no vas a parar la máquina, lo haré yo.
¿Estás con alguien que vive este proceso? Comprende que tu pareja no escoge sentirse de esta manera. La depresión no sigue unas pautas lógicas y por tanto, no tiene una determinadas soluciones que se pueden aplicar de forma infalible. Es difícil no frustrarse cuando vemos que las sugerencias, buenos consejos y las palabras alegres surgen el mismo efecto que lanzar un globo de agua contra una pared.
No ejercer de superhéroe salvador no significa desentenderse por completo de la pareja o aguantar resignadamente a ver si se le quitan esos sentimientos. Y luego todo se soluciona y sois felices para siempre.
Si sigues apostando por la relación, debes de tener en cuenta estos factores:
– Sin expectativas: en este momento, tu pareja se está queriendo muy poquito y no va tener demasiado que ofrecerte. No deposites tu autoestima en el estado anímico de alguien que ahora mismo tampoco puede ni ocuparse de la suya.
– Cuida otros aspectos de tu vida: busca el apoyo de personas fuertes y positivas que te transmitan energía. Concédete un espacio para ti, para expresarte, escucharte y entenderte. Aprende a desconectar de tanto en tanto. Si te vuelcas en exceso en la enfermedad de tu pareja, serán dos depresiones. Una por cabeza.
– Intenta no juzgar: tenemos la mala costumbre de reaccionar ante la tristeza, el vacío o la desmotivación como si fueran cucharachas a las que hay que espantar rápidamente con el DDT de los ánimos y los consejos. Estos estados son normales en todo ser humano. Con la excepción de las personalidades psicópatas, no somos emocionalmente planos ni tenemos ninguna obligación de sentirnos siempre bien para no molestar a los demás.
– Aprender a escuchar: la pareja depresiva, como cualquier persona que está sufriendo, se beneficia más de ser comprendida y aceptada, que de ser tratada como un problema a erradicar. Sentirse mal no es raro, ni inadecuado, ni inaceptable. Un buen abrazo y un oído dispuesto y sin prejuicios es la mejor ayuda del mundo.
– Ser realista: si la persona ya acarreaba problemas de depresión antes de conocerle, olvídate de películas Disney. Tu amor no le curará. Como mucho, pondrá un parche durante un tiempo. Tarde o temprano, las carencias que hubiese antes, volverán a salir a la superficie.
– Infórmate sobre la enfermedad: la depresión afecta a los procesos cognitivos, ofreciendo una imagen distorsionada de la realidad. La persona deprimida no razona normalmente: puede utilizar mecanismos de chantaje emocional, victimismo y ser asfixiantemente dependiente. Es importante conservar en todo momento una cierta distancia objetiva que nos permita ver desde fuera que lo que vemos no es un ataque personal o una forma de hacernos daño o manipularnos. No entremos en la vía de la comunicación enferma.
– Proponer sin forzar: tanto si se trata de sugerir una terapia o de incorporar planes y actividades, se ha de hacer desde el cariño, no desde la presión y preferentemente a pequeñas dosis. Intimida mucho menos proponer un pequeño paseo por un parque cercano que no meterle a saco con un fin de semana de senderismo. Si la persona no está dispuesta a hacerlo, se impone el respeto. Intentar evitar caer en el rol de padre/madre. No es tu bebé indefenso, es tu pareja y es adulto.
– No desesperes: ¿es fácil decirlo, no?. Seguramente te cabrearás alguna vez y sentirás las ganas de zarandear a tu pareja para que espabile de una buena vez. Te comerás la cabeza, te plantearás mil veces dejarlo, te sentirás culpable y responsable…Si prefieres quedarte e intentarlo, ármate de paciencia, paciencia y más paciencia. No hay otra.
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Aunque las depresiones de origen psicológico, pueden sanarse, estar con una persona sumida en este proceso, no ofrece ninguna garantía de nada. Por ello, la decisión de luchar debe nacer ante todo no de unas expectativas con respecto al otro, sino de un compromiso personal profundo y consistente con nosotros mismos.
No ayudamos sin estar en situación de ayudarnos, lo que significa: entendernos, aceptar que no somos Robocop, que no podemos meternos dentro de la persona y hacer las cosas por él o por ella, que meternos presión no nos ayuda, y que toca aceptar nuestras dudas, nuestras limitaciones humanas y entender que todo amor bien entendido empieza por uno mismo.
Ni eres mejor persona por quedarte, ni eres peor persona por marcharte. Nadie más puede ponerse en tu lugar – ni siquiera tu pareja- y mucho menos señalarte con un gigantesco dedo divino, lo que está bien o está mal. Y quien lo haga, no es la persona a la que necesitas tener cerca en estos momentos.
Que la libertad y la consciencia guíen cualquiera que sea tu elección.
No entiendo, cuando le envie el mensaje diciendole eres depresivo x tal y tal y tal razon yo esperaba que me diga» no..la loca eres tu yo estoy bien solo que no te quiero o no siento nada por ti debi decirtelo antes», pero no respondió nada, estoy confundida porque el sigue trabajando, va a reuniones sociales de trabajo, nunca lo he visto llorar, lo he visto distante de situaciones sensibles como de piedra frio, es temperamental al punto de ser casi agresivo verbalmente, y crudo en sus opiniones, duro con las personas, pero como conmigo nunca se metia no le daba importancia el estuvo medicado pero como le repito me dijo que lo dieron de alta y termino el tratamiento y que hace 6 años no toma pastilla y que no las necesita que el es una persona fuerte pero empiezo atar cabos su ex le hizo fama de loco. yo tuve que mandar un mensaje terminado la relación que cuando aclare sus ideas y se anima a decirme la verdad lo escucharé
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hola cristina
hace tres meses terminé mi relación de seis años con una persona depresiva endógena, fue una relación muy fuerte porque estuve siempre enamorado y dispuesto a apoyarla, pero nunca aceptó la enfermedad, y menos iniciar tratamiento. Seis años juntos en los que nos separamos en tres ocasiones debido a las constantes peleas, en donde ella comenzó a manipularme, celarme, agredirme físicamente, y como si fuera poco, siempre decía que era yo el quien la trataba mal.
Cada vez que nos separabamos, ella sabía de mi sentimiento hacia ella y me buscaba ó yo la buscaba y siempre volvíamos. Hoy pienso que nunca me amó. sino que sintió en mi un apoya sus necesidades.
La última vez que volvimos a ser pareja fue durante el último año, luego de un periodo de separación de cerca de ocho meses. Esta vez, ella me buscó y volvimos, pero cuando regresé, me dí cuenta que ya nada era igual, sentí que a ella le había pasado algo o que había compartido una corta relación con alguien (algo que siempre me negó), pues siempre durante nuestras rupturas, ella se cambiaba de ciudad.
Sin embargo, volvimos nuevamente, pues ademas tenemos un pequeño hijo de 4 años En nuestra ultima convivencia pasamos muchas dificultades de toda clase, familiares, económicas, de convivencia, pero después empezamos a salir adelante, sin embargo ella comenzó a estar cada día mas ausente conmigo y con nuestro hijo y volvió a presentar episodios de violencia conmigo, a celarme, a pelear casi a diario y a escudarse en su familia (su padre también es depresivo) indisponiéndome con ellos, diciéndoles que yo la agredía y maltrataba sicológicamente.
Finalmente me marché del hogar y a los pocos días me doy cuenta que tenía otra persona con quien se ve eventualmente porque esa persona vive en otra ciudad.
Hoy quien se siente muy mal soy yo, y me repito: aguanté muchas cosas por el amor que sentia por ella, por el que creí que ella sentía por mí y por los momentos que compartimos con nuestro pequeño hijo y el deseo que siempre tuve como fue el de construir un verdadero hogar. Pero para las personas depresivas todo parece un juego, en ellos las cosas son pasajeras y no reales. Aprendi que son egoistas y que ellos solo viven EL MOMENTO para ellos y nada más.
La verdad hoy me siento vacío y muy lastimado, aunque paradójicamente esa infidelidad marcó lo mejor que me pudo haber pasado porque no íbamos para ningún lado, ella nunca tuvo un rumbo definido, sino que siempre actuó por impulsos y sin proyecciones de hogar o de familia.
te agradezco tus comentarios al respecto.
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Te compadezco y sobre todo a tu hijo. Realmente nos utilizan y absorben energía y despues se pegan la fiesta con otros
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hola, mi situación es… mi pareja y yo sufrimos de depresión, en el caso de mi pareja es por el bullying de su adolescencia y que fue criado de manera sobreprotegida, eso le creo una realidad superflua de las cosas, cuando tuvo su primera relación y la novia lo destrozo, sufrió tanto estrés que se le durmió media cara, en ese tiempo… en la actualidad su depresión solo se va, cuando esta conmigo y eso pues me aterra, que dependa de una persona como yo! mi caso es que era la consentida de mi mama, a la edad de 11 años, se consigue una nueva pareja que abusa de mi, eso termino en rebeldía, bajas notas y una serie de eventos, que pude sobrellevar gracias a mis amigas, y que me encanta leer, y leí muchas cosas de psicoanálisis, sin embargo, eso me enseño a ser muy «racional» con mis sentimientos puedo comprender lo que me pasa, decirlo, «comprender» pero se que no lo supero, he tratado de mil maneras, pero nada! eso me ha llevado al fracaso, dure 7 años estudiando una carrera que amo, pero que no pude terminar a causa de mis episodios, suelo dejar de asearme varios días, encerrarme a solo hacer nada, he durado hasta 5 días sin comer, y luego como mucho, lo que me hace doler y me arranco a llorar por hacerme eso,y varias cosas que no vienen al caso. Las personas a mi alrededor, piensan que solo es necedad de mi parte, pues lo hablo con tanta naturalidad, y doy un análisis tan detallado, que suelen pensar que solo quiero llamar la atención, sinceramente a veces pienso que eso es lo que me sucede, pero el hecho que afecte cada aspecto de mi vida, que no logre hacer nada. Decido escribir este post porque en verdad amo a mi pareja, el me dice que si me deshago no sabe que sera de el, el hecho de ser su pilar.. y el mi pilar, llevamos 2 años, actualmente tengo 25 años, y las preocupaciones de no haber conseguido nada, me tienen en un trance agotador, desde hace 2 meses he visto solo cosas de suicidio, el hecho de que pasaría si me suicido, luego lo recuerdo a el, y callo, el sabe que me siento mal, pero es otro que asume que solo es drama, pero no sabe de todo lo que he investigado de suicidarme, tampoco le diré porque no es algo que no ayudaría en su estado emocional, mi pregunta es ¿realmente solo es drama mio? , siento que quizás sea toxico que ambos seamos así, pero mas que hacernos daños, nuestra relación ha ayudado a conocernos mejor, y realmente lo amo, pero ¿como puedo amar a alguien si no tengo amor propio? realmente no le encuentro sentido a lo que siento
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Hola Anna,
Una pregunta ¿vais a terapia para vuestras respectivas depresiones?
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Hola Cristina,
Hace tres meses dí con este Post tuyo y lo guardé. Me pareció una maravilla escrita con el máximo cariño y respeto hacia la persona con depresión, pero una grandísima ayuda y un «pon los pies en la tierra» para los que los acompañamos.
Hace un año empecé una relación de pareja con una persona diagnosticada de depresión mayor endógena y miodesopsias, una enfermedad de los ojos que no tiene cura y puede ser progresiva. Me confesó meses después de empezar la relación, que tiene ideacion suicida desde el mismo momento en que se dio cuenta de que estaba enfermo.
Hace unos trece años que salió de su país y se vino a España a trabajar, tras pasar 6meses volcado en el cuidado de su madre, también con depresión e internada finalmente en su país.
Es una persona muy inteligente, no dudo que fué una persona con mucho don de gentes y cuando le conocí era cariñoso y atento. No sé cómo, me enamoré, o eso creía. Él cayó en éste, su segundo o tercer episodio depresivo hace más de tres años mientras vivía en Barcelona. Según me contó estuvo un año metido en una cama, adelgazó 12 kilos… hasta que una vecina suya decidió ayudarle. Le llevó a su casa con su marido y su hijo, le cuidó con todo el cariño, le daba de comer y le hacía tomar la medicación hasta que empezó a remontar, momento en el cual se lo trajo a Madrid y le dejó vivir en un apartamento que tenían ellos.
Cuando le conocí estaba pendiente de empezar a trabajar en una agencia de su profesión, pero al final le dijeron que no podía ser y cayó en picado. Empezó a quedarse mucho en mi casa, hasta que al poco tiempo le echaron del apartamento donde vivía… Yo sentí que no podía dejarle en la calle, aún sabiendo el riesgo que suponía meter en casa a alguien que sufre esta enfermedad, sin dinero, sin trabajo, sin familia y sin amigos en España.
Le quise ayudar porque yo notaba que cuando estaba conmigo estaba mejor, dormía con menos pesadillas, volvía a tener apetito y deseo sexual… me creí aquello de lo que hablas de las «películas Disney», pensé que conmigo podría salir, confiaba en él y su potencial.
Nada más lejos de la realidad. A pesar de mover consultas con psiquiatras, conseguir que siguiese tratamiento, a pesar de pasar por un par de mejorías algo más patentes (básicamente salir de la cama y centrarse en su hobbie, la fotografía y alguna cosa más), de conseguir dar con un psicólogo en el que confía ya que esto era la primera vez que ocurría… a pesar de todo a mí me trataba cada vez peor. Me ha dicho cosas que me han hecho mucho daño, yo no era buena pareja, le hablaba mal según él, me ha tachado de mala persona y un largo etcétera… hasta que finalmente un día me dijo algo que él sabía me iba a doler mucho, con total consciencia. Hasta me reconoció que eso, estando sano, jamás se lo habría dicho nadie… así que le dije que le dejaba.
De esto hace dos meses. Le permití seguir en mi casa e ir al psicólogo (al que pago, por supuesto) hasta que decidiese dónde ir o qué hacer.
En estos dos meses, ha tenido dos intentos de suicidio, la dos de la misma manera y en mi presencia, de forma que le paré. La segunda vez, hace una semana, tras una discusión le dije que se tenía que ir de mi casa, que le daba una semana. Después en un acto de desesperacion e impulsividad imagino, destrozó su televisor a puñetazos e hizo el intento. Yo llamé a emergencias pero no concluí llamada. Sé que es lo que tendría que haber hecho, pero empalizo demasiado con él, y no quiere ni oír hablar de ingreso. Dice que nadie le sacará.
La cuestión es que dice que mañana se va, es su cumpleaños. Están al tanto su psicólogo, el mío, los amigos que le trajeron a Madrid y otra amiga con la que habla casi todos los días.
Todos me dicen que no puedo hacer nada más, que yo voy a acabar mal si no. No me deja hacer mi vida, dice que le abandono, me hace chantaje emocional, ayer me volvió a decir que si de verdad pensaba que yo soy buena persona…. sé que se tiene que ir, porque si no enfermo yo. Pero no acepta ninguna de las opciones que le damos, dice que se va a la calle….y yo tengo mucho miedo a que se vaya y que me llamen que se ha tirado por algún sitio. Mi psicólogo siempre me ha dicho que si esto llegaba a ocurrir, no debía sentirme culpable, que he hecho todo lo que he podido, pero tengo terror a ese día…
Discúlpame por extenderme tanto.
Te agradezco muchísimo las palabras que dejaste en este post, y a la gente que comenta, ya que me hizo ser más consciente de la realidad y de que, al menos como yo creo, aunque les queremos y ciertamente están enfermos, no debemos dejarnos tratar mal, hacemos lo que podemos y como creemos que es mejor para ellos. Pero, sobre todo, que si hay un momento que ves que no puedes hacer más, con todo el dolor del mundo, hay que pararlo. Espero ser fuerte.
Un abrazo enorme.
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Hola Cristina, me atrevo a escribir en tu blog, porque me encuentro muy confundida. Hace mas de 4 años inicie una relación con una persona que acababa de salir de una separación. Me doy cuenta hoy que quizá fue un mal momento. A raíz de ello él paso por muchos momentos de depresión en los cuales yo estuve apoyándolo, yo estaba muy bien y era feliz, luego de pasar por una relación bastante tormentosa.
Con el tiempo me di cuenta que tiene una carga negativa tremenda que yo no vi; mucho tiempo a la fecha me la pase dándole ánimos, mientras yo me iba agotando cada vez mas. Su entorno es muy complejo pues su madre es exactamente igual, ambos con un montón de quejas. Últimamente las cosas van de mal en peor, se que yo soy una persona difícil porque le pido que me apoye en las cosas de la casa y que trate de ser mas ordenado, pero he llegado al límite.
Siento que pasé de ser una persona fuerte a una persona débil y quejosa.. a veces pienso que ni yo me soporto. «Sentía que era un roble, hasta que el llegó».
Cuando me siento así siempre busco ayuda, recobro ánimos y todo.. pero su constante negatividad me absorbe. A veces me siento mal, cansada o enferma y a el no le importa, puede discutir por horas y yo no puedo mas.
Por otro lado he descubierto que me esconde mensajes o llamadas de su ex, con quien aunque terminó muy mal, pero siempre tiene un pretexto para comunicarse con ella o para contestarle, aunque sus hijos los tenga el, ya que ella los abandono igual que a él.
Tengo miedo.. de no poder salir adelante otra vez, pues sufrí mucho con mi anterior separación de la cual tengo una hija con quien estuve diez años sin otro compromiso, hasta que me junte con el, hoy tenemos una niña de 3 años. Estoy aterrada, tengo miedo dejarlo porque es depresivo, no se que hacer.
Ya hablamos para resolverlo y tomamos algunas decisiones, pero las cosas no mejoran, no nos hablamos o solo es lo mínimo, estamos como enojados.
Curiosamente me doy cuenta que.. solo me pregunta cosas por compromiso, porque cuando le contesto, me interrumpe o se pone a hacer otras cosas o simplemente no me contesta. No me siento querida, creo que solo fui y soy .. como un salvavidas para no estar solo.
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Hola Elena,
Por lo que comentas, tu pareja está actualmente pasando por un proceso de duelo y tú estás sirviéndole como pila para obtener energía, pero el resultado es que tú misma te agotas.
No le dejarías porque es depresivo, le dejarías porque te engaña, eres infeliz y no te sientes nada querida, escuchada o atendida (¿¿¿te parecen pocos motivos???).
Que hayas pasado mal en una separación no significa que todos tus duelos vayan a ser iguales y piensa que la recuperación de una ruptura es en parte, tiempo y en parte, lo que tú inviertas para poder estar mejor, es decir, no es un sufrimiento sobre el cual no puedas hacer nada.
¿Mi consejo? Ponte las pilas, búscate un plan B, actividades, un deporte, algo que te motive, ve preparándote para el duelo si optas realmente por la separación y sobre todo, no busques la solución para estar bien en un hombre u otro, sino en crear tus propios recursos.
Abrazos
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Aporto mi granito de arena al tema, no como quien ha estado con una persona con depresión, sino siendo la que la padece.
Por mi carácter y mis inseguridades, siempre he sido una persona con episodios depresivos recurrentes de mayor o menor intensidad, aunque esto no lo había «catalogado» así hasta ahora que he caído de lleno en la depresión y he sido diagnosticada por un psiquiatra con su correspondiente medicación. Lo que ha terminado de hundirme han sido temas familiares y para más inri, la finalización de una relación en la que he desarrollado una dependencia emocional tremenda y en la que, si bien sabía que no tenía futuro porque él esta casado, me ha marcado profundamente.
A mi ex le había contado que había tenido épocas de bajones importantes (sobre todo cuando murieron mis padres) pero supongo que, al igual que yo, no se imaginó que fuera depresión o no al menos, al nivel de catalogarla médicamente. Esto lo ha descubierto a raíz de que lo dejáramos y ahí es donde ha «padecido» mis síntomas, ya que seguíamos más o menos en contacto hasta hace un par de meses. Pero se hartó de que lo utilizara de diana y, claramente, se debió acojonar cuando vio «amenazada» su estabilidad personal y familiar si yo seguía colgada de él en estas circunstancias. Y es que cuando estás mal, cuando todo se te hace un mundo sin ver salida a nada, cuando solo quieres dormir y no despertar más o te pasas la noche en vela pensando cómo terminar con todo, cuando solo lloras, lloras y lloras, todo eso lo sufre el deprimido pero las barbaridades que se pueden decir sin pensar en las consecuencias, las cosas que puedes llegar a hacer o las reacciones impensables que puedes tener, las padece también la pareja. Y no me refiero a reacciones o palabras dichas en plan tremendo. Muchas veces con solo contar lo frustrante que es abrir los ojos cada mañana y preguntarte «¿Todavía estoy aquí?» es suficiente para machacar el ánimo de cualquiera y dejarle sin saber qué hacer. A lo que voy es que todo es causado por la enfermedad, que un deprimido puede minar la paciencia de cualquiera y puede hacer sentir mal con su actitud o con sus palabras y acciones mal medidas al punto de desesperar a la otra persona por no saber qué hacer o cómo afrontar la situación. Pero no es un ataque personal a conciencia con la intención de dañar, como se suele percibir en muchas ocasiones. Aunque puede haber multitud de casos, pero supongo que la mayoría simplemente termina dañando, hartando o acojonando a quien tienes más cerca o te quiere más. Ahí está luego la paciencia y resistencia de la otra persona, el saber llevar todo esto, abandonar o hundirse también, porque su papel en la vida de un deprimido no es fácil. En mi caso, y a pesar de que me ha abandonado cuando más falta me hacía tenerle cerca como amigo, no le puedo reprochar su huída porque aunque estoy también inmersa en pleno duelo por él (con lo que a pesar de todo, tampoco tendría mucha lógica que se hubiera quedado a mi lado), tengo mis momentos de lucidez, por llamarlos de alguna manera, y las cosas que le dije y cómo reaccioné ante determinadas situaciones… normal que saliera por patas, hablando mal y pronto. Me arrepiento muchísimo de cómo me porté en las últimas semanas con él y no poder disculparme, pero como no sabe que no lo hice por hacerle daño o chantajearle emocionalmente, por eso he decidido escribir este post, para que al menos los que aún estáis luchando junto a vuestra pareja deprimida seais conscientes de que la enfermedad es así de dura y cruel, pero mientras podáis, os necesitan cerca.
Y un consejo: si alguien está leyendo esto y está pasando por un mal momento e intuye que es más que un bajón aunque no lo quiera reconocer, no sigais por ahí y pedid ayuda. Dejaros ayudar. Resistir como si no pasara «nada» mientras la nube se cierne sobre nuestra cabeza es solo retrasar el momento de mejorar y una vez que se ha comenzado a transitar por este camino oscuro es realmente difícil ver alguna salida si no se le pone empeño y se busca ayuda profesional. No creo que nadie sea masoquista y quiera estar mal, pero reconocer que se está así y buscar ayuda, ahorrará muchos quebraderos de cabeza y sufrimiento no solo a la pareja y todo aquel que esté cerca, sino principalmente y lo más importante, a nosotros mismos.
Como decía Dumbledore «La felicidad puede hallarse hasta en los más oscuros momentos si somos capaces de usar bien la luz». Buscad esa luz, que de alguna manera siempre la hay por pequeñita que sea, y vivid lo mejor que podáis.
Un abrazo.
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Hola que agradable que hables de este tema ya que no solo es la problemática de la depresión, sino también lo sufren que están al rededor ya que no saben como ayudar y a veces se frustran por intentarlo y no poder; pero exactamente la depresión no es un estado en el que sea fácil de salir o un estado en el que alguien quiera estar.
http://www.terapiadeparejadfsur.com.mx/
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Los depresivos tememos q estar solos no somos comprendidos por c así nadie
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Buenos días,
desde hace un mes y medio estoy conociendo a una persona que padece una depresión (diagnosticada y en tratamiento). Me estoy enamorando y lo cierto es que estoy más que dispuesto a ayudarle y a apoyarle, pero me da mucho miedo no saber tener la actitud correcta. Sé que es muy complicado, y sé que voy a sufrir, porque ya lo estoy haciendo. Al principio todo era muy intenso y ha ido bajando la intensidad hasta hoy, que no lee mis mensajes ni me responde. Sé que probablemente no tenga nada que ver conmigo, y puede que esta pregunta pueda parecer egoísta pero, ¿qué actitud o comportamiento puedo adoptar para tantear si realmente está así por mí o si es por algo relacionado con su depresión?
Muchas gracias.
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Hola Mike,
Si ella no quiere comunicarse, no tienes manera de saber qué le está pasando. En cualquier caso, si ella está en verdad con una depresión clíníca, lo normal es que no pueda sostener una relación de pareja. La intensidad del inicio de la relación se corresponde a la novedad de un estímulo positivo, pero una vez pasada esta fase, se vuelve a la problemática de inicio. En este caso, tener relación con ella o no, no puedes decidirlo tú solo. Yo te recomiendo que respetes su voluntad de no comunicarse y sobre todo, que te intentes desenganchar un poco de ella, una relación no ha de convertirse en algo obsesivo y menos aun con una persona enferma.
Abrazos
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Hola, Cristina:
Estoy en una situación similar a la de Mike (comentario anterior). Mi novio tiene periodos de depresión (aún no ha asistido con un especialista para ser diagnosticado como tal), pero hay momentos en los que se siente triste y desanimado sin motivo alguno. Tenemos un año de relación a distancia (solo nos vemos los fines de semana). Al principio todo iba bien entre nosotros, pero después me comentó de estos periodos de depresión, a lo cual no le di tanta importancia porque no sabia su intensidad. En estos últimos meses, estos episodios han sido mas evidentes, no me contesta los mensajes, llamadas, y cuando nos vemos tiene una actitud fría y de indiferencia, lo cual no me hace sentir querida. Y hay otros días en los que aparentemente se ve bien en su estado de ánimo. Esa situación, siento que hace muy inestable la relación, unos días se siente bien y otros días no. Me siento confundida, él dice que me quiere, se quiere casar conmigo, pero que no sabe porqué se siente así y está en busca de un especialista. Pero ¿qué actitud debo de tomar cuando no quiere comunicarse conmigo o tiene esa actitud de indiferencia? si se supone que es cuando necesita de mi apoyo. Yo trato de apartarme cuando está así, pero siento que enfría la relación. Y ¿a qué se refiere con «desenganchar» un poco?.
Muchas gracias
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Hola Carolina,
Lo que te recomiendo es que en una de estas ocasiones en que os podáis ver en persona, os sentéis a hablar largo y tendido sobre el curso de la relación. Quizás es conveniente que él se trate con un terapeuta antes de prometer casamientos o intentar compromisos para los que puede no estar preparado en estos momentos. El estar a distancia y que cada dos por tres la cosa se enfríe, no hace viable que la relación pueda prosperar, por mucho aguante que le eches.
Abrazos
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Hola, me pareció muy interesante lo que escribes en tu blog, te cuento brevemente, hace dos meses terminé una relación, pero antes de comenzarla yo pasaba por algunos problemas. Le conté a mi pareja y le advertí que estaba en una mala racha y no quería lastimarle, pues total quiso seguir conmigo. Para no hacerla de larga, me enamoré profundamente, pero a la vez los problemas inundaban mi cabeza y me deprimía, comencé a ser muy negativa, exigente, demandaba mucho tiempo, triste, no le daba su lugar , cosas así, me decía que fuera al psicólogo pero yo decía que estaría bien. Finalmente llegamos a un punto que éramos muy fríos y yo me quejaba de todo. Finalmente, me terminó, creí que sería lo mejor, yo solía cortarlo en cada momento que tenia crisis y ya estaba cansada de lastimarlo.Sin embargo me puse peor, le rogé, le supliqué, me humillé y empecé a ir a terapia… No quiere ni verme y estoy consciente que yo lo he provocado , pero no me daba cuenta del daño que le hacía hasta que nos dimos espacio. Me ha dicho que el amor se le acabó y yo no se como seguir adelante, no tengo ganas de vivir y estoy mas deprimida que antes, solo llorando todos los días y aunque lo intente, ser positiva y así, me parece imposible en este momento. Quisiera recuperarme , ser feliz yo sola,…. pero será posible?… podré demostrarle que soy mejor que eso, cree que yo lo hice adrede, para enfadarle y fregarle, pero pues no, es como si una nube negra me controlara… sin embargo, sé que no soy así, nunca había sido así en mis relaciones pasadas y siento que pierdo al amor de mi vida y no se como convencerle de que le puedo hacer feliz cuando yo haya afrentado mis miedos e inseguridades, o sea quiero mejorar pero estoy tan tan deprimida que ni fuerzas de levantarme menos sino está a mi lado… qué consejo me das? Gracias!
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Hola Abi,
Yo te aconsejaría en que te enfoques mucho en sanarte y en volver a estar bien. Si padeces una depresión, no es un buen momento para iniciar relaciones ni lanzarte a prometer cambios que hoy por hoy ni tú misma sabes si podrás cumplir, simplemente porque tu cabeza funcionará de un modo distinto que en tu estado normal y tu realidad estará distorsionada por este trastorno.
No le busques porque estés deprimida, búscale porque estás bien.
La depresión ya estaba presente antes de conocer a esta persona y la relación de pareja la puede tapar o aliviar por un tiempo, pero como has podido ver, al final ese dolor, negatividad y angustia salen de nuevo a la luz, porque esa depresión no está tratada, ni curada.
Abrazos
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Abi, me he visto muy reflejada en tu relato porque yo pasé por algo similar: los problemas personales, la depresión, el enamorarme como nunca y encontrar en él mi todo, el agobiarle sin querer y darme cuenta cuando el daño ya estaba hecho, el humillarme para que siguiera ahí… Pero solo quiero decirte desde la experiencia similar, que podrás salir adelante aunque ahora mismo creas que no y menos si no le tienes cerca. Pero sí podrás y sobre todo, tal y como te dice Cristina, cuando te enfoques en ti misma y decidas sanar por ti y por nadie más. Priorízate y lucha por ti. No es fácil, no te voy a engañar. Cuesta mucho trabajo y habrá muchas lágrimas de por medio, pero lo lograrás y te lo digo yo, que hace prácticamente un año estaba rondando como alma en pena por este blog (bendito el día que di con él), empapándome de cada artículo, cada consejo y experiencia para intentar ver la luz cuando creía que no lo conseguiría jamás. Pero aquí estoy, con tratamiento por la depresión aún, es cierto, pero habiendo dado un giro total con respecto a la persona en la que me convertí y saboreando cada día. Merece tanto la pena el esfuerzo…
Algo que no pude evitar no hacer cuando ya mejoré y ordené mis ideas, fue contactar con mi pareja para disculparme por todo lo que había hecho. Necesitaba cerrar ese capítulo en mi vida y aunque mi psiquiatra e incluso Cristina me aconsejaron no hacerlo, lo hice. Y aquí te digo: si cuando ya estés bien (y ojo, bien realmente, no con la boca pequeña) tienes la idea de disculparte o de hacerle entender que aquella persona que vio no eras tú realmente, no lo hagas con la intención de recuperarle. Si tiene que pasar, pasará, pero si lo haces que sea por tu tranquilidad emocional, por no dejar cabos sueltos que te puedan hacer no pasar página. Si lo haces para intentar que vuelva contigo, estarás perdiendo la perspectiva de tu recuperación y poniendo de nuevo en sus manos tu bienestar y te digo también que las recaídas no son nada agradables. La frase que te dice Cristina «No le busques porque estés deprimida, búscale porque estás bien» es oro y resume a la perfección lo que te quiero decir. Quién sabe, quizá puede que al contrario, con el tiempo llegues a pensar que para qué contactarle. Entonces, silencio y olvido, y a vivir. Sea como sea, será decisión tuya pero te vuelvo a decir: se puede salir, estar bien y ser todo lo feliz que la vida permita.
Mucho ánimo y lucha por ti. De verdad, que merece la pena. Un abrazo.
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en caso de que lo hubiera encontrado (mi peor con el nunca llegó, porque gracias a la felicidad que me daba y al buen estado al que me llevaba le di solo lo MEJOR MEJOR De mi…porque me salía así).
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Siendo una victima del Perfecto/Deprimido
Jaime es el hombre perfecto ¨de libro¨. Acaba de cumplir 50, es atractivo, se conserva muy bien porque es un amante de los deportes al aire libre (un impecable esquiador), divorciado, 4 preciosos hijos educadísimos por los mejores colegios de España/UK y USA. Con un futuro en banca asegurado, una familia perfecta y enorme que se lleva de cine (con sus cosas, como todas) y un extensísimo y fiel grupo de amigos que le adoran….porque siempre ha sido el amigo perfecto….nada en su vida para preocuparse.
Poco problema en lo que ocuparse.
Exacto @Cristina: tan enfocado a cumplir y seguir funcionando:
Se caso hace 18 años con su novia de la Universidad, de la que nunca estuvo enamorado, y lo hizo para no hacerle el feo a su madre (bueno ni a sus amigos, ni a su jefe, ni a sus compañeros).
18 años, 4 hijos, una carrera exitosa que la enorme presión que eso implica…y siempre con la buena cara ¨cara a la galería¨. Sin sentir nada por la mujer que cada vez le sacaba mas de quicio y cada vez mas irascible al llanto de mas niños de los que hubiera planeado….Y siempre con su pose perfecta, buen cuerpo, buena cara, buena inteligencia, buen puesto, buena familia, y buena cuenta…cara a la galería….
Exacto Cristina: Jaime Petó….llego el momento de querer tirarse todos los días por la ventana, malo es que vivía en un precioso chalet. Precioso si, pero sin altura.
Su poco construido pero cansado interior, se rebelo en forma de una depresión ….interminable. Interminable no se si porque no tenía fin, o porque un montón de profesionales que vivían de ella y una mujer desesperada por mantenerle (y de paso mantenerse) a toda costa alimentaron a pastillas y sesiones de terapia, que poco eficaces fueron porque ¨sin haber un problema real de base, en 8 años no curaron nada…pero eso si, consolidaron el padecimiento.
Jaime consiguió así ser ¨estigmatizado¨ de por vida como un enfermo de depresión…..crónica. Así se define el.
Nos conocimos hace un año, y desde el día uno, no pudimos separarnos. El 100% de nuestro tiempo libre lo dedicábamos a estar juntos. Desde el PRIMER día fuimos ya una pareja invencible. Salir de trabajar, y juntos. De viernes a domingo noche, inseparables.
Jaime se había enamorado por primera vez. Yo, que ya me había enamorado antes, encontré por fin al hombre de mi vida que yo ya sabía, de siempre, que estaba en algún lugar,….un lugar tan cercano como dos edificios mas allá. Encima éramos casi vecinos, lo que no hubiera sido necesario, pero hizo muy cómoda nuestra ¨inseparabilidad¨.
Desde el principio me metió en su vida y yo en la mía, Familia, Amigos, Compañeros, todo el mundo nos aceptó de maravilla porque era inevitable contagiarse con la felicidad que desbordábamos juntos.
Bueno, un limite: Los hijos. Aunque me los presentó (era inevitable coincidir y encima nos encantamos mutuamente) no comunicó que yo era su “novia” hasta 6 meses después, cuando el mayor vivió de USA.
Eso, no me importaba, es mas no solo lo entendía, sino que me venía bien. porque uno de cada dos fines de semana, y un miércoles a la semana yo era libre para hacer mis planes, o nada, o estar conmigo y sobre todo con mi familia y amigos. Así el resto nos lo dábamos al 100%, como si no hubiera mañana.
Jaime me contó lo de «su enfermedad» desde el principio.
Yo entre que soy la persona mas positiva del muncho, y que no sabía nada de esta enfermedad, lo comprendí así, y así se lo compartí: ¨has vivido tremendas presiones sin nadie con las que disfrutar de la vida, con la que compartir …pues es normal que estallaras, normal y lo raro es que no fuera una explosión mayor o con mas serias consecuencias…..». Afortunado que no perdiste ni tu trabajo, ni tu casa, ni tuviste un accidente, ni hiciste daño a un hijo (me decía que llegaba a odiarlos, a querer pegarles para que callaran, cuando estaba ¨asi¨).
Pero yo sabía que ya no había razones: la presión ya había desaparecido, hasta en el trabajo le habían aparcado un poco (pero manteniendo su estupendo salario y seguridad), ya los hijos no lloraban todas las noches, y a la mujer que le sacaba de quicio apenas la tenía que ver.
Y encima, por primera vez en su vida estaba locamente enamorado, de una mujer que estaba a su altura, le entendía, le encantaba físicamente, se reían mucho, y esquiaban juntos, y se les iban las horas solo con estar ahí diciendo chorradas…. y encima en la cama (que a Jaime le encantaba) ella era su cómplice perfecta.
Ya no había presiones, y ahora si había felicidad.
La primera vez que se asomo Dña. Depre a su ventana, el estuvo raro unas horas. Era viernes, y no me contestaba a los Whatsapp desde el miércoles que lo pasó con sus hijos…..Cuando nos sentamos en aquel restaurante me dijo que lo sentía mucho, que creía que el haberme conocido le había salvado de la Doña. Depre…pero no, se había equivocado, y ahí se había presentado de nuevo…. tan gorda como siempre, porque el lo sabía, ella estaba destinada a ser parte de su vida. Y por tanto, el estaba condenado a estar sin nadie…porque nadie se merecía sufrir al insoportable ser en el que se convertía cuando estaba con ¨Depre¨-
Y bla, bla, con la enfermedad.
Y yo bla con la carta de vinos y con la de postres.
Y el que mejor que lo dejáramos ahí, que era irrecuperable, que me iba a hacer daño.
Y yo que si compartimos entrante…
Y yo que no he venido aquí para irme sin la tarta tatin y que tu no tienes ningún motivo para estar ¨triste¨.
…..Al final de la cena la enfermedad se había ido y no volvió en meses.
Y si, me sentí superhéroe. Y me sentí mas enamorada aún, porque le había ayudado a alejar a la que el consideraba inevitable depre….y mas convencida de que el amor y ser positiva salvan del peor de los canceres.
Y así pasó otras tres veces mas… Siempre ocurría cuando le tocaba con los hijos. Unos días sin mi, y Doña Depre se presentaba.
O quizás era porque se alejaba de mi, o porque se acercaba a su ex, que le sacaba de quicio según el o le recordaba a su pero depre, según yo (que nunca la culpé de nada, pobre).
Pero el cada vez que eso pasaba se sentía triste, muy mal y me dejaba, ¨porque no me merecía¨.
Y el me dejaba ¨porque me amaba tanto que no quería que le viera así¨
Y el me dejaba ¨porque no quería llegar a los extremos que llegaba cuando estaba con depre, faltar el respeto y tratarme mal¨.
Yo sabia lo que el me amaba, y lo que yo le amaba, y lo demás me entraba por un oído y me salía por el otro.
Yo sabía que era la mujer de su vida, entonces que me vas a dejar… mi misión es hacerte feliz, hacerte reir, apoyarte, entenderte y sobre todo darles patadas a esa enfermedad que te metieron a golpe de talón y de intereses. Asi pensaba yo. Y así actuaba.
Así que una y otra vez ignoraba sus miedos y le sacaba la depre en horas.
A veces me llegó a hacer daño, porque tampoco me parecía que bien que todas sus soluciones, por ¨protegerme¨, pasaran por dejarme.
Dejar a una pareja es muy feo, y sobre todo muy serio. Yo nunca lo hice antes, sin intención de que fuera por siempre. Pero el estaba acostumbrado al ¨dejar y recuperar¨.
Y yo también le perdonaba porque sabía que el lo hacía porque me amaba, por protegerme, y que se ponía depre solo cuando no estaba conmigo, o por no estar conmigo….
Pero yo perdonaba, y el no cambiaba. Y yo me cansaba.
La cuarta vez que lo hizo se lo puse mas difícil. Esta vez, no iba a volver con el sin un anillo que me diera la seguridad que el cada vez que me dejaba me arrebataba.
Pero sentada frente a el, oyendo como le temblaba la voz mientras me pedía perdón y una oportunidad….no pude ni ser asertiva. No pude hacer ni que debía que era hacerle pasar, al menos, un mal trago por un rato, que pensara que no iba a aceptar su perdón …. para que a la próxima antes de dejarme, se lo pensara dos veces.
Pero no, no le hice sudar en ninguna de las 4 ocasiones que se rindió. Y no lo hice porque no se hacer sufrir a quien tanto se ama.
Y mientras yo en ese año renuncié, por la maravilla del amor, a dos cosas irrecuperables:
Ese año yo iba a tener un hijo. Mi único y mi ultimo hijo. Yo que casi había renunciado a ser madre porque ni me había enamorado ni casado nunca con el hombre que merecía mi hijo, ni me había superado la vocación por ser madre a la vocación por vivir mi intensa vida profesional…y personal.
Pero, ahora vivía un año excepcional, porque estaba en España rodeada de los míos, con buenos hospitales y con un trabajo que acepté para volver a España pero que me horrorizaba lo suficiente para aprovecharme de él y ser mama y una vez crecido el bebe, cambiar…..
Había iniciado ya un programa de reproducción asistida con mis congelados óvulos, que de no ser ese año, ya no valdrían nunca mas (por temas legales).
Y no dudé en abandonar. Creí que con 4 hijos ¨suyos¨ ya tenía(mos) bastante, y que no merecía un bebe cerca ahora que por fin podía descansar de niños….
Y yo, con mas vocación de pareja de Jaime que de mama, me fue fácil abandonar el programa y ser feliz con la idea de envejecer con el y con la alegría de sus 4 hijos de visita. Nunca mas podré tener hijos, era mi última oportunidad.
Además, por si ese plan no salía y las promesas de mi Gine no se cumplían. había pedido una vuelta a mi carrera anterior, y me acababan de dar una plaza maravillosa en Viena. Una distancia fácil de hacer para venir todos los fines de semana y estar con mi madre (razón de mi vuelta a España)….pero no podría estar con el todos los días y, por eso, renuncié.
Es verdad que con la ayuda de Jaime encontré un Plan B profesional perfecto, porque además era en España y no requería viajes…..
Pero Jaime, entro de nuevo en depre y me dejó por 5ta vez justo cuando mas lo necesitaba, cuando estaba haciendo entrevistas, cuando necesitba sentirme superwoman para transmitirlo así. Con éxito pero aun sin ninguna firma de éxito de ese Plan B.
Y entonces decidió de nuevo dejarme. Estar solo porque era lo mejor cuando estaba depre.
Solo que esta vez yo ya no estaba tan fuerte, es mas, yo necesitaba su apoyo y no su ignorancia, pero ni mucho menos que me aplastara dejándome porque ¨solo no le pasaba, no se deprimía¨. No claro, sino vives, ni pasa, nada, ni eso.
Y esta vez. Disimule la lagrima que se me escapaba y me fui después de decirle cosas como:
• No te voy a dejar que me dejes porque tienes un catarro o una gripe, dame una razón mas solida.
• O, déjame que te apoye en esto. Tu no tienes problemas, no tienes razones para estar mal, solo es que te fijas en lo mas negativo, pero tienes mucho positivo que agradecer.
Pero también percibía que en ese momento el ya no veía ni lo mejor de mi, ni lo que le gustaba de mi.
Imagine que había empezado a ver lo peor, también de mi, en caso de que lo hubiera encontrado porque mi peor con el nunca llegó, ya que gracias a la felicidad que me daba y al buen estado al que me llevaba le di solo lo MEJOR MEJOR De mi…porque me salía así.
Me identifique con su exmujer e imagine que ese mismo discurso se lo había soltado mil veces para dejarla mientras ella, erróneamente, había luchado.
Y también recordé las veces que en mi vida pedía que me dejara en paz, a alguien que me agobiaba.
Y deje de luchar.
Y con toda la dignidad que pude acumular me despedí con dos besos mientras le decía que el lo pedía, el lo tenía. Me iba.
Después me envió su ultimo mensaje ¨voraz¨. Yo conteste polite, pero el ya me había bloqueado. Un insultante bloqueo que es innecesario porque no tengo ninguna intención de volver a comunicarme con el.
Deprimido o no, un ser egoísta e inmaduro al que no le importan una mierda los demás.
Un ser que estando enfermo, no le importa patear a quien de la vida por el, acostumbrado a que cuando se le pasa el catarro, todos vuelvan a estar a su lado como si nada hubiera pasado.
¨Quien no se ama así mismo, desprecia a los que le aman¨
Pero si pasa si, Jaime.
Tus amigos, tus hermanos y tus hijos siempre estarán ahí.
Pero a mi me diste la patada porque sabías que no había lazo…nada mas que el del amor. Un lazo, sin ataduras, ante el que no hay que ¨aparentar¨.
Pero un lazo, Jaime, que no te tiene porque soportar…porque el lazo es igual de frágil, en ambos sentidos. Y si por el tuyo desaparece cada vez que enfermas, pues el mío mas. No voy a seguir renunciando a nada, por la enfermedad de un ¨novio¨, uno de tantos, como uno mas.
Y si son los lazos los que te importan, ahí los tienes todos tuyos, todos a tu cuello….espero que sean ellos, los únicos a los que te entregas, los que te den la felicidad.
A mi, me has vuelto a dar la patada, solo que esta vez ha sido en un mal momento, cuando mas te necesitaba. Y eso no se llama ¨DEPRE, se llama EGOISMO sin limites y también se llama “no me mereces”, ni a mi, ni mi año de oportunidades perdidas, ni a un año, precioso, de mi vida…que ya no voy a recuperar.
Y los recuerdos felices contigo, son ¨mierda¨ al lado de lo que he perdido por estar contigo, que se que tu no me lo pediste, pero, yo lo quise dar por amor a ti y a mi…..pero ojala nunca te hubiera conocido.
Yo, lo único que espero es que el odio que siento hacia ti, por lo que me has hecho, se diluya en las sesiones que espero que Cristina me dedique para no saturar a mis pacientes amigos con el mismo tema….
Y también, en mi estúpida positividad, encuentro un motivo de gratitud: que gracias al mal que me has hecho, nunca mas me lo vas a hacer pasar.
Que no nos den pena los depresivos, sino la gente que los sufre…sin nada a cambio.
Si quisieran ser, deberían desaparecer y no dejar victimas a su paso.
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Hola Alicia,
No era una depresión al uso.
Me hablas de una persona totalmente narcisista y de otra persona que, como muchas de su entorno giran a su alrededor.
La depresión narcisista es algo distinta que la depresión en una persona con otras características.
«Disfrutan poco de la vida, más allá del tributo que reciben de los demás y de sus propias fantasías grandiosas quedando en el desasosiego y el hastío cuando el brillo externo se desvanece y no encuentran nuevas formas para alimentar su autoestima”. (Kernberg, 1975)»
Abrazos
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Hola Cristina,
Pues nunca pense en un narcisista. Cristina, Jaime se ponía nervioso cuando me veia, le temblaba la voz, y eso le paso mucho tiempo al principio, y siempre que yo no estaba al 100% en nosotros.
Además no hubiera nunca dejado a su mujer, porque ella le idolatraba, bailaba en su mano…o al menos eso me decía claro (sería la primera vez que dudo de que fuera sincero en algo).
Jaime no es de los que se muere por ser el centro de atención, ni de los que se pasa el día mirandose al espejo en el gym o comprando ropa nueva. Mas bien al contrario, no le dedica tanto.
Tampoco se siente superior a nadie.
Por el contrario el siempre me expresaba sentirse inferior a mi, o que yo me hartaría de el, que el no estaba a mi altura, que no merecía a una mujer como yo….Por eso dedicaba yo mucho tiempo a ¨reafirmarle¨ a hacerle entender que era la persona que mas necesitaba en mi vida. Pero se seguia machacando, pese a toda la atención que le dedicaba a que eso no pasara con el ¨tu no me necesitas tanto¨ ¨tu no me quieres tanto como yo a ti¨….y sobre todo con el ¨me dejarás y yo volveré al pozo¨.
En una ocasión le aparque unas horas, le deje porque me sentía mal porque se juntaron un tema personal mio y una actitud suya. Y jamas ha sido tan dulce, tan coherente, tan atento conmigo y tan respetuoso….hasta que horas después me reconcilié con el. He leido que los narcisistas se enfadan mucho con quien no les dora la pildora.
PArece que nunca he logrado transmitirle lo que le admiro, le amo y le necesito, por mucho que le dedicara toda mi adulería….a constancia. Se que parezco una mujer fuerte, feliz e independiente y con el traté de disimularlo. Porque lo cierto es que yo le necesito mucho, lo sabía, y mas lo se ahora que no lo tengo mas.
Pero falló mi comunicación, o su autoestima, o realmente esta en una enfermedad tan negra que como el decía no le importa nada nada….y esta vez yo no logré sacarle como tantas veces lo hicé y tantas otras me lo agradeció mucho…..
Y se me parte el alma pensando que lo esté pensando mal, tan mal o peor que yo….porque ahora se que es sufrir por amor y nadie lo merece, nadie, y menos él que tanto amor me ha dado.
Mil gracias Cristina.
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Queria dar las gracias a Cristina, y a Aurea en particular.
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Gracias a Cristina por haberme hecho conocer la depresión y los síntomas de mi pareja, por haberme quitado la culpa y darme la paciencia,
Gracias a Áurea, a la que no se como linkar, por haberme hablado desde el otro lado, por haberme hecho entender que el daño que mi pareja deprimida me hace no viene de él, sino de la enfermedad.
Eso me dio fuerzas para acercarme a Mi pareja, que me había sacado de su vida cuando la depresión le había anulado,,,,,y de ese acercamiento gane 1) respuestas a los porqués, 2) esperanzas, Le mande un email en contra del contacto cero. Me respondió. Me explico, me dio la razón. Ahora soy yo la que quiero seguir rehaciendo mi vida desde las cenizas en las que el me dejo… y volver con él aunque es mi sueño ya no me lo quita…..veremos.
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Bueno, solo un ultimo consejo CONTACTO CERO es el único remedio….Cristina de nuevo tiene Toda la razón,,,,
por mucho que te alivien sus explicaciones, porque por mucho que te agrade saber que no es tu culpa sino la de tu enfermedad, el seguir en contacto es echar sal en tus heridas abiertas.
Contacto cero, el no quiere ayuda, el no quiere estar conmigo….que más puedo hacer yo?
Para mi, Jaime ha muerto de una enfermedad que tenia antes de conocerme y que solo en el tiempo que estuvo conmigo no se manifestó.
Pero mejor pensar que ya ha muerto, porque solo y sin ayuda, tardará mucho muchísimo en salir, y cuando salga, volverá a recaer porque el está convencido de que es así…y si una persona “SABE” que va a enfermar, a ciencia cierta, y sin admitir ninguna ayuda, es seguro que vuelve a enfermar, de eso ni hay duda.
Ni es culpa mía, Jaime murió de algo que yo tenia, y yo en su última semana me consumí intentando que aceptara ayuda, sin invadir su espacio, ni su tiempo….sin presionar, pero intenté que me dejara un hueco en su Whatsapp para darle aliento cuando me decía que ya no podía más….un hueco que el solo quiso con sus condiciones (una amiga ahora y veremos después que pasará) y yo de amiga, ni quise ni hubiera podido estar….porque mientras a él le curaba yo me hería.
Así que ni el aceptó el lazo que le tendí, y el que me tendió a mi, me ahogaba…. Por lo que deje solo, le deje morir, pero es que morir es lo único que quería.
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