¿Nos echan de menos alguna vez? ¿Les duele o continúan su vida como si nada? ¿Sufren o se sienten aliviados? ¿No tienen que hacer un duelo? ¿Por qué actúan como si les diese igual? En definitiva: ¿qué siente la persona que rompe la relación?
Muchas de las preguntas que siguen a una ruptura, giran en torno a lo que hace, dice, y experimenta en su fuero interno la otra persona. Nuestra cabeza empieza a funcionar como si fuese la máquina de descifrar Enigma: probamos todas las combinaciones, explicaciones y posibilidades que puedan existir para explicarnos el sentido del universo, si fue antes el huevo o la gallina y qué demonios hicimos para que alguien que nos quiso, ya no nos quiera.
Me habéis pedido en varias ocasiones una entrada que trate sobre los sentimientos de quien se marcha. Para ello, he tenido que traer al presente vivencias de mi pasado, hablar con diversas personas y condensarlo todo en un artículo que no cubre todas las variables, pero sí describe lo que nos sucede cuando dejamos, en líneas generales.
Evidentemente, hay matices en función de cada caso. No es lo mismo una buena relación en la que uno de los dos componentes ha dejado de sentir ganas o voluntad de estar con el otro, que un tortuoso amor tóxico plagado de sufrimiento. Vamos a centrarnos en primera instancia en lo que sería una relación más o menos normal.
Cuando se termina historia en la que ha habido cariño, respeto, amistad, ilusión y proyectos en común, la persona que toma la decisión, ha tenido que reflexionarla y pensarla detenidamente. La ruptura en realidad se viene fraguando tiempo atrás: lo que significa que ha vivido una larga racha de dudas, de comerse la cabeza, de llorar a escondidas, de luchar consigo mismo, de autoengañarse, de intentar aguantar y finalmente, de mentalizarse progresivamente de que la relación ha de ser finiquitada.
Una cantidad sustancial de personas pueden estar debatiéndose así durante años, agarrándose al flaco consuelo de puntuales momentos buenos y pensando que total, ahí fuera se estaría mucho peor. Por esta razón, la mayoría de las rupturas se efectúan cuando aparece una tercera persona. El pánico a la soledad, no a la soledad real, sino a la soledad interior de no ser querido, es una de las mayores fuerzas motrices del ser humano. Si uno se ha visto atrapado en una relación donde no era feliz y no ha sido capaz de dejarla, conocerá el asombroso poder paralizante de un miedo por el cual hacemos las más ímprobas hazañas y sacrificios, incluido nuestra salud y paz mental. Ni por amor hacemos lo que hacemos por miedo.
Cuando te planteas dejar una relación, tienes muchos pseudointentos. Entonces, te ves solo, te ves triste, empiezas a recordar los buenos momentos y de repente, te entra un ataque repentino en el que sientes que no puedes vivir sin esta persona.
¿Recordáis el experimento de Galvani? Este médico y físico tomaba una rana muerta, le aplicaba una descarga eléctrica y por unos breves instantes, se movía como si volviese a estar viva. Algo similar ocurre con los sentimientos: pueden estar muertos, pero la súbita descarga del pánico los retorna brevemente a la vida.
Cuando una persona derrocha promesas de amor repentinas y exuberantes tres días antes de romper contigo, está siendo víctima del efecto Galvani.
Las primeras emociones que aparecen cuando dejas una relación es el alivio, la culpa y el miedo.
Alivio, porque sales de un largo tiempo de dudas que te machacan y por fin tomaste la decisión; culpa, por el dolor que sufre alguien a quien amaste; miedo, porque podrías equivocarte.
El cerebro humano se apega a las sensaciones agradables. El alivio es una sensación agradable. Nos gusta sentirnos aliviados. Hasta ahí, todo bien.
Sin embargo, ni la culpa ni el miedo son sensaciones agradables. El cerebro humano crea subterfugios para huir de aquello que le genera malestar. Hay personas que intentan desplazar la culpa al otro: si tú hubieras cambiado, si me hubieras hecho más caso, si no tuvieses este carácter…
O de la misma manera, se autoinculpan con un martirologio digno de encomio, en lo que podríamos sintetizar con la archiconocida no eres tú, soy yo.
La huida es la respuesta más habitual ante el miedo. No me hables, déjame en paz, no me apetece darte explicaciones, etcétera…
Cuando una persona nos deja y pasan estas cosas, nos parece haber compartido nuestra vida con un completo desconocido. En realidad, no estamos hablando con la persona que conocemos y amamos, estamos hablando con su culpa y su miedo. Y la culpa y el miedo son como los terroristas: no se puede negociar con ellos.
Después de dar el cierre (más o menos) a la cuestión, la persona que deja ha de afrontar, al igual que nosotros, una etapa desconocida, ya sea solo o acompañado. En este punto, cobra más vida la nostalgia, el echar de menos ciertas rutinas, el cariño, los abrazos, los entornos, los amigos, etcétera…en resumen, lo que suponía el contexto de la anterior relación, que no la relación en sí.
Los momentos de nostalgia, como las hemorroides, debieran sufrirse en silencio, pero de ellos provienen en su mayor parte las llamadas sorpresivas, los mensajes eventuales, los intentos de mantener amistades que alientan las esperanzas del otro o las difusas promesas de un hipotético regreso futuro, todo ello, seguido de desapariciones intempestivas.
Es decir: quien deja una relación suele vivir también un resto de duelo, unos coletazos de miedo o nostalgia y en respuesta a ello, siente el repentino impulso de contactar con la ex pareja para que le proporcione el alivio de saber que existe, que alguien por alguna parte, le sigue queriendo. Una vez que la ex pareja responde con cualquiera cosa (sea rabia, sea cariño, etcétera…) quien envió el S.O.S. se siente tranquilo y seguro y entonces ya no se volverá a saber de él hasta el próximo ataque nostálgico. En cierto modo, esas llamadas y mensajes le sirven para reafirmarse en su decisión, no para dudar de ella.
¿Qué ocurre cuando la persona dejada aplica contacto cero?
Al perder completa y definitivamente cualquier vínculo o contacto con alguien que ha compartido tantas cosas, que ha sido como tu familia, uno se ve obligado, tanto como el otro, a aprender a perder.
En nuestra sociedad, no estamos preparados, ni mentalizados para afrontar pérdidas. La única información que nos dan desde la infancia al respecto, es que si algo desaparece, va a al cielo. Pero nadie tiene a bien indicar que las personas y cosas se van perdiendo, que es necesario llorarlas, que toda pérdida requiere un proceso de aceptación y que nada ni nadie puede sustituirse, por mucho que huyamos hacia adelante buscando una persona tras otra.
Así pues, si la persona que tomó la decisión tampoco tiene los recursos para dejar ir, el contacto cero le enfrentará a la siguiente disyuntiva: o bien, regresar la relación perdida, o bien desarrollar estos recursos y madurar.
¿Puede no sentir nada la persona que deja?
Puede ocurrir. Cuando se abandona una relación, lo que duele es el desprendimiento de un vínculo y el renunciar a esa conexión con esta persona. Si se ha vivido la relación de forma distante, o sin quitarse la coraza, o sin conectar realmente con el otro, la ruptura pasará sin pena ni gloria.
Hola Cristina, espero que te encuentres muy bien me ha encantado tu blog y bueno trataré de ser breve con lo siguiente:
Tuve una relación que comenzó durante la pandemia, por redes sociales y amigos en común (facebook) hubo un tipo de conexión y atracción mental antes que nada, largas charlas de madrugada, posteriormente nos conocimos cara a cara, no sentí más que un tipo de ansiedad y desesperación, continuamos hablando y quedamos de salir de nuevo pero algo en mí cambió.
Parte es que tengo muy baja autoestima, me descuide al pasar una cirugía que me dejó una cicatriz en mi abdomen y que me impide estar en la intimidad con alguien, le expliqué esto al chico con quién estaba saliendo y me comprendió pero después me dijo que yo tenía muchos problemas y que me aconsejaba tomar terapia, me negué hasta que fuera por voluntad propia y dijo que no coincidía con esta idea, acordamos ser amigos.
Yo me alejé y casi no estaba al pendiente de las redes por enfocarme en mejorar y ver que hacer para sentirme mejor, me escribió argumentando que me había «aliviado» que termináramos la relación ya que me había ausentado de la nada y le expliqué que no era así, entonces me dijo que no podía seguir siendo mi amigo y que procedía a eliminar todo contacto conmigo; le dije que no tenía problema con eso.
La verdad lloré y sentía que estaba haciendo todo mal pero pensé que por algo pasan las cosas y retomé actividades que me hacían sentir bien, estuve un par de meses así y de repente me vuelve a escribir, preguntó como me había ido y que si me gustaría que nos viéramos, no sabía que responder solo evadí la pregunta y continuamos charlando, le confesé que me sentí mal por como terminó todo de tajo pero que también estaba trabajando en mi autoestima y bueno, creo que aquí viene mi error… Salí de fiesta con amigos y el alcohol (no bebí mucho porque recuerdo todo lo que dije y escribí) me dio valor para confesarle que a pesar de todo, me gustó la breve etapa de noviazgo que pasamos y creo que el lo malinterpretó e insinuó que volviéramos pero corté de tajo diciéndole que por el momento no quería nada; «comprendo, seremos amigos» me respondió.
Un día me dijo que si quería ir con él a explorar el cerro cercano a la ciudad donde vivimos ya que me gusta hacer senderismo y a él ir a lugares así para ejercitarse, le dije que me encantaría solo que ese fin no podía, me dijo que no había problema, sería otro fin de este mismo mes y le propuse el 24 o 31, aceptó e inmediatamente le dije que me iría a dormir y le desee una linda noche… Bueno pues hace casi una semana que no me respondió ni siquiera con «gracias».
¿Qué debería hacer? ¿Sería correcto enviarle un mensaje o algo?
Me gustaMe gusta
Hola Cristina, espero que te encuentres muy bien me ha encantado tu blog y bueno trataré de ser breve con lo siguiente:
Tuve una relación fugaz, la mayor parte del tiempo fue por medio de redes sociales, terminamos ya que tengo baja autoestima y no puedo estar en la intimidad con nadie aun y a pesar de que la ora persona me encanta mentalmente, no puedo.
Bueno, el tipo me dijo que necesitaba terapia y me negué, me dijo que termináramos, acepté y me eliminó de redes sociales, luego volvió preguntando como estaba y que si me gustaría salir, le dije que luego y seguimos charlando,
Después le dije que a pesar de todo me había gustado salir con él aunque fuera breve para ya dejar todo como amigos y simple pero él lo malinterpretó como si quisiera volver y le dije que no quería nada mas que ser amigos y dijo que entonces yo le dijera cuando estuviera lista pero siento que no entiende que ya no quiero nada.
Total me invitó a ultima hora salir al día siguiente y le dije que de momento no podía que a fin de mes sí, le dije que iría a dormir y deseándole linda noche me despedí, pues desde hace 5 días hasta ahora solo me dejó en «leído». ¿Debería escribirle saludando normal? o esperar hasta que él me escriba. Creo que se molestó por decirle que no podía salir.
Me gustaMe gusta
Hola Moni,
¿Cuál es la necesidad de contactar con esta persona que claramente no tiene interés?
Me gustaMe gusta
Disculpa ,pero yo q ese chico te mando bien lejos y me busco alguien normal ….lo siento pero un verdadero hombre no pierde el tiempo con tonterias
Me gustaMe gusta
Hola. Cristina, quiero contarte mi breve historia la cual empezó hace 5 meses. Lo conocí, fue muy intenso al principio que después de un mes saliendo nos hicimos novios. Aunque desde el inicio él fue demasiado intenso, quería hacer todo juntos, me buscaba a cada rato y no soportaba que hiciera cosas sin él. Acepto que cometí el error de asustarme, al grado de que salí con otra persona, él se enteró y me terminó. A los dos meses me vuelve a buscar, yo feliz ya que lo había extrañado mucho, nos vimos, platicamos, tuvimos sexo, todo genial pero me encuentro con que al día siguiente ya no es lo mismo ya no es atento, es más hasta está indiferente, le pregunto si sale o salio con alguien más y me dice que no, que de ser así no me hubiera buscado. Pero la falta de interés continúa por lo que decidimos terminar (nuevamente). A los 4 días nuevamente me vuelve a contactar con cualquier pretexto tonto, me habla algunos días, quedamos, nos vemos, volvemos a tener sexo y al segundo día nuevamente la indiferencia. Crees que me esté buscando únicamente para tener sexo? Me cuesta creer que una persona que al inicio fue muy insistente, y quería estar todo el tiempo conmigo ahora de repente después de vernos sea frío e indiferente.
Me gustaMe gusta
Hola Yesica,
Muchas personas son enormemente insistentes en un inicio, para conseguir que la otra persona esté entregada, de modo que puedan servirse de ella de diversas maneras. Tengo, de hecho, un artículo sobre esto: Los vendedores de humo: https://locosdeamor.org/2014/01/21/los-vendedores-de-humo/
La insistencia no es señal de amor, normalmente está más relacionada con la necesidad de control.
Abrazos
Me gustaMe gusta
Hola Cris. Excelente como siempre. En varios articulos he comentado algo de mi ultima relacion. Hoy justo se cumplen 2 meses del quiebre. Que a pesar de haber una pelea fuerte, el final fue en paz. Desde entonces no hay ninguna semana en la que no haya contacto con iniciativa de ambas partes mas o menos pareja.Pero de mi parte es neutral, el suyo a veces tiene algun coqueteo o palabra linda. Y ademas de esto ya propuso varias veces vernos en persona nuevamente. Cosa que por un motivo u otro no se dio hasta el momento. De aca tengo bastantes cosas encontradas.
– La idea de todo esto de su parte puede ser culpa, chantaje, cariño o no saber que se quiere?
– De mi parte digo que siempre hay tiempo para intentar, pero me mantengo duro y fuerte al menos en apariencia ( en ningun momento menciono que me gustaria intentar recomponer la relación).
– Por un lado la idea del encuentro no insisto por orgullo , pero me gustaria porque por un lado extraño y creo que seria necesario para mi, saber como actuar de ahora en mas. Deberia tomar iniciativa aca ?
Me gustaMe gusta
Hola cristina.
Mi pareja me confunde. Se porta muy frío y distante conmigo, por lo que yo me agobio y siempre termino dejándolo, lo bloqueo de todo etc, pasan dos semanas y me vuelve a buscar, llamas insistentes por la noche etc, finalmente acceso a hablar con él, se porta lindo dos días y después vuelve a ser frío y distante y así. Ya siento que es un círculo vicioso, ya no sé si me quiere en verdad o no. Qué puedo hacer
Me gustaMe gusta
Hola Yesica,
Tu pareja no acepta el amor y la intimidad, por tanto, las rechaza. Pero cuando se ve solo, nota el vacío que tiene dentro y por eso acude a buscarte. Él no puede amarte, porque no se ama a sí mismo, pero depende emocionalmente de lo que tú le estás proporcionando.
En cuanto lo que puedes hacer, yo te aconsejo que mires dentro de ti y veas cómo te sientes: si la relación te causa infelicidad, ansiedad, obsesión y dolor, no es amor y si no es amor ¿qué sentido tiene seguir? Te estás perdiendo mejores cosas y la vida no es eterna para pasarse perdiendo el tiempo en algo que no fluye, ni crece. Desencuentra ese supuesto amor y encuentra el tuyo por ti misma. Todo empieza ahí.
Abrazos
Me gustaMe gusta
Hola Yes, sabes no soy especialista en el tema pero se me ocurre que busques ayuda profesional, a veces no somos capaces de ver el daño que tenemos en nuestras vidas hasta que un tercero no ayuda en ver la situación desde otro punto de vista. Eres una persona valiosa y estoy segura que cuando logres verlo podrás sacar de tu vida todo aquello que te esta estancando. Recuerda que eres la única responsable de tu vida y debes cuidarte como el mayor tesoro.
Me gustaMe gusta
Hola,
mi historia es la siguiente. Comencé a salir con mi pareja, y todo fue maravilloso. Los dos estábamos muy bien el uno con el otro y enamorados. Típica historia feliz. Sin embargo, a los 3 años él tuvo bastantes hechos traumáticos a su alrededor. El seguía enamorado, por como me lo demostraba. Sin embargo, en una ocasión ya me dijo que no estaba feliz con la relación, pero de esas conversaciones no saque nada en claro de que era lo que le fallaba. Él estaba un poco más distante. A los 3 años y medio rompió conmigo, diciendo que estaba como en depresión. Yo lo pasé fatal, al principio mantuvimos un poco de contacto, luego nada. Volvió diciéndome que se había vuelto a ilusionar conmigo, que en realidad él me dejo queriéndome, etc. Y que cuando volviese de un viaje que iba a hacer, me contactaría. Yo, que aún no estaba recuperada lo pasé bastante mal, porque me puso en una situación de ansiedad esperando a ver que pasaba con nosotros. En resumen, al final acabamos volviendo al cabo de 8 meses de romper. Al principio bien, pero luego le entraban dudas (que si estábamos aburridos, que si no había sentía la misma conexión que la primera vez, etc.). Yo claro, pasándolo mal. Al final parece que se normalizo la situación con los meses y compramos nuestra casa, y todo iba más o menos bien, aunque bien es cierto que yo en esta segunda oportunidad no le veía tan dado a mí como en la primera (si bien es cierto, que la primera vez estás con el subidón del enamoramiento). Con el paso del tiempo dejo de tener gestos de pareja conmigo, no compartía nada, no se preocupaba por conectar conmigo, estaba a «su rollo». Yo le reclamaba, siempre dialogando, esas cosas que yo necesitaba de él en la relación e intentando buscar soluciones. Pero él no era muy interactivo, si bien como máximo podía estar de acuerdo en lo que le explicaba, pero no hacia nada al respecto. Al final el vaso se me saturó, y en una de estas discusiones porque yo me sentía sola y abandonada, él acabo rompiendo la relación. Otros 3 años y medio, más o menos. En esta segunda oportunidad él en ningún momento me ha dicho que le faltaba a él de mí para ser feliz en la relación (a pesar de que le pedía yo). Le he preguntado directamente y me dice que yo no he hecho nada mal, pero que las personas somos como somos y que él y yo somos incompatibles, que no conectamos, aunque al principio sí lo hiciésemos. Es como la primera vez (diferentes circunstancias de cómo estaba la relación, la segunda vez, desgastada), me ha vuelto a dejar de una forma relativamente rápida, sin hacer él nada porque funcionásemos (y teniendo proyectos en común bastante potentes). Esta vez, yo no lo estoy pasando tan mal, porque estaba cansada de no sentirme querida, pero me pregunto ¿que le ha podido pasar por la cabeza? Es obvio que no me quiere, una persona que quieres te preocupas por ella, la cuidas, la besas, deseas,… pero entonces, ¿por qué volvió conmigo? Es lo que no termino de entender.
Me gustaMe gusta
Hola Anónimo,
Volvió contigo seguramente porque no logró consolidar nada por ninguna otra parte, y no quiso quedarse solo.
Hace poco un amigo me decía algo similar: que no estaba a gusto con su pareja, que fantaseaba con otras personas y otras vidas, pero que le aterraba llegar por la noche a casa y no tener nadie con quién dormir.
Pero el enfoque aquí es más bien ¿por qué sigo y sigo y no soy capaz de dejar una relación donde no me siento querida tal y como soy? Porque su problema no lo puedes resolver, pero sí necesitas ubicarte en el tuyo.
Abrazos y ánimos
Me gustaMe gusta
Cierto. De hecho, visto ahora pienso que no tenía que haber aguantado tanto. Pero también es verdad que en el momento yo no pensaba que no me quisiese o no fuese a hacer nada por la relación. Pensaba que era su carácter, que es más apagado.
Me gustaMe gusta
Hola Cristina,
Te cuento mi historia. 5 meses de relación fantástica. Super conexión, nos llevábamos genial, nos entendíamos, muchísima pasión…y de un viernes de decirme «te quiero, te quiero» y «levantarme contigo por las mañanas es adictivo» a dejarme 5 días después por un mensaje de audio.
A los siguientes 4 días mandarme unas Converse por correo por mí cumpleaños con una nota diciendo que está removido, que está siendo muy duro pero que lo superará.
Y su explicación en el audio es que se ha enfriado, que se iba a volver rancia la relación, que ha sentido vértigo por ser la relación más larga desde su matrimonio…. En fin.
Que se me ha quedado cara de tonta porque no lo vi venir y menos con esas formas, con 48 años mandas un audio…. Tremendo.
Me gustaMe gusta
Hola Tía Tula,
Recuerdo una historia que tuve yo en la que pasó más o menos lo mismo, pero el cambio radical se dio ¡de un día a otro! Sin duda un caso para Iker Jiménez.
Bromas aparte, diste con uno de tantos irresponsables que viven intentando tapar una carencia con romances idealizados que no resisten la bajada a la realidad. Muchas personas aún no se conocen, no se ocupan de sí mismos y pretenden buscar fuera lo que tendrían que gestionar ahí dentro. De ahí la cobardía y la prisa de deshacerse corriendo de la «droga» que les ayudó a cubrir su incompleto sentido de sí mismos, pero que ahora ya no es droga, no sirve.
«Relaciones champán» las llama una amiga mía, se disparan explosivamente al inicio y duran poco, pues no hay amor que las sostenga.
Nosotros aprendemos aquí a no cegarnos, y a entender que el amor, como decía Fromm, no es un «súbito arranque, sino un estar continuado».
Abrazos y ánimo
Me gustaMe gusta
Hola Cristina,
Lo primero, gracias por contestar.
Lo segundo…. Sigo sin entender. Hablábamos a diario. Nos veíamos una o dos veces por semana, así 5 meses… Habíamos tenido un intento hacía un año y ambos decidimos darnos una nueva oportunidad porque la anterior se truncó por tener demasiado cerca su divorcio y no estar preparado.
Habíamos madurado, sabíamos que teníamos algo fácil, fantástico (según él) y que fluía….
Y pues lo mismo que en tu historia, de un día para otro, porque un día dice que no me apetecía demasiado verme y yo empezaba los exámenes de mi carrera (2 semanas de intenso estudio) dice que lo deja para que no se ponga rancia la relación….
Un audio? Un audio para despacharme.
De verdad estos seres se quedan tan panchos después de actuar así? No sienten remordimientos por ser tan inconsistentes?
Ya estoy bastante mejor pero la primera/segunda semana la cabeza me explotaba… Por no decir que me gustaría habérmelo echado a la cara y decirle 4 cosas.
Por no añadir que me propuso quedar, el día de mi cumpleaños, 4 días después del audio, para darme el regalo y decirme adiós. Obviamente le dije que no.
Contacto cero y él diciéndome que quiere que seamos amigos….
Es que no entiendo nada….
Me gustaMe gusta
Hola Tía Tula,
Las dudas de esta persona no desaparecieron nunca. Seguramente se vio solo, no encontró tampoco nada que le convenciese y todo esto le llevó a idealizar una relación que no le había funcionado en su momento y que lógicamente, siguió sin funcionar.
Sé que estas situaciones son muy desconcertantes, porque hay una de cal y una de arena, pero para no volverte loca, quédate con su decisión, que delata mucha comedura de cabeza en solitario y también miedo a comprometerse y perder otras oportunidades (si es que no apareció alguien ya).
Por experiencia profesional, cuando una persona actúa así, es posible que se sienta culpable, pero le gana la cobardía.
Abrazos y ánimos
Me gustaMe gusta
Hola Cristina,
De nuevo gracias por contestar.
Bueno… Exactamente eso es lo que hago, quedarme con su decisión y con su forma de actuar para finalizar la relación.
Entiendo que la vida me ha quitado alguien de enmedio para traerme algo mejor, aunque sea la tranquilidad de no comerme la cabeza más adelante o que la ostia sea mayor.
Es alguien que vivió un final de matrimonio muy traumático. Cuernos de tres años con el papá de la mejor amiguita de su hijo…. Descubierto a través de un vídeo sexual muy explicito. Creo que aún colea ese trauma y todos sus miedos respecto a las relaciones.
Su problema. Está claro.
Tú crees que volverá a contactar?
Por lo que dices, su es alguien que se agarró a ésta relación para enmascarar su soledad, cuando se vuelva a sentir perdido o que la nueva relación (si la hay) no funcione, supongo que escribirá con el típico tanteo. No niego que me gustaría que lo hiciera simplemente por restituir mi ego herido.
Yo tengo pensado ni contestar ni mantener amistad como él me pidió. Pero sí darme el gusto de no contestarle….
Gente con estos valores y formas de proceder no casan con los míos.
Estos son los últimos coletazos de una relación que también me ha enseñado mucho de mí, que finalmente es lo positivo que nos llevamos de estas situaciones.
Me gustaMe gusta
Hola Cristina,
Hace una semana lo he dejado con mi pareja después de casi 5 años. Empezamos con 16 años, éramos muy jóvenes pero estábamos muy enamorados. Hace más o menos dos años, un pensamiento cambió en mí y no sé por qué empezaron a venirme las dudas a la cabeza. Cada día tenía, cada día fantaseaba con la idea de dejarle y ver como sería mi vida sin él y sola. Nunca me ha hecho nada malo, me ha querido muy bien, me ha hecho reír como nadie y he confiado en él de una manera en que nunca me había pasado. Pero, no sé por qué motivo empecé a tener este pensamiento pero me acabó irritando tanto y haciendo tanto daño en mi día a día que lo dejé. De todas formas, llegó el arrepentimiento y a las pocas horas volvimos a estar juntos. Los primeros meses estuvieron muy bien, no tuve ninguna vez ese pensamiento. Pero luego volvió exactamente el mismo pensamiento, una y otra vez repetidamente en mi cabeza conllevando a no dar mi 100% en la relación, y finalmente tomé la decisión de dejarlo, porqué sentía que ninguno de los dos nos merecíamos esto. Ahora estoy pasándolo mal, siento mucha tristeza, ganas de volver a estar juntos y demás. Espero que sea parte del duelo, del desenganche porque sino me arrepentiré mucho. Si tienes algún consejo me ayudaría muchísimo en estos momentos, gracias.
Me gustaMe gusta
Hola Marta,
Lo que te recomiendo estos días, aparte de permitirte vivir tu duelo tal y como lo sientes (y lo que describes es totalmente normal en ese proceso), es que intentes asumir y entender que la incertidumbre es la esencia de la vida. Es imposible saber si te arrepentirás en un futuro: pero, aunque lo hicieras y no pudieras volver atrás, tarde o temprano en tu vida irían sucediendo otras cosas y no vivirás eternamente en esa persona y en esa pérdida. E igualmente si esta persona y tú sois el uno para el otro, lo que te ha pasado es indicativo que hoy por hoy, no es vuestra etapa para coincidir. Quizás necesitéis vivir otras cosas. Quizás o reencontréis más tarde. Pero lo que es seguro, es que esa relación no te hacía ya feliz y además gas tenido la valentía de dejarla sin buscar culpas o errores en el otro, lo cual te honra. Pero tampoco las busques en ti. Estás en tu total derecho de elegir estar o no estar con alguien, por estupendo que sea.
Abrazos.
Me gustaMe gusta
Hola buenas mi caso estado con esta persona 4 años ella estuvo casada fue mujer de maltrato tuvo un hijo al que al que yo conocí con 7 años y hoy tiene 11 años y prácticamente fui coml padre de él.
Cuando me conoció yo fui su apoyo y ahí empezó todo una vida muy bonita llena de ilusión.
Ella me dejó hace dos semanas porque dice que ya no sentía lo mismo y que se había desanamorado. Teníamos proyectos un vinculo muy unido. Ella entró una rutina y nos descuidamos como pareja que hasta punto que después de lo covid estuvo médica con antidepresivos pastilla pra la ansiedad.
Yo ha día de hoy sólo tengo reflexiones y creo que la rutina la dejo mucho que pensar. Porque esto era algo muy bonito y de la noche a la mañana todo se fue ala mierda. Estuve hace poco hablando con ella para quedar bien porque tenía muchas preguntas y lo único que le dije. Que si algún momento me echaba de menos que me llamará porque esto fue algo muy bonito. Ha día de hoy sigo haciendo mi vida y ella prácticamente dependía conmigo para todo y veremos el tiempo que pasa para que se cuenta de todo lo que hacía por ella.
Me gustaMe gusta
Creo que lo positivo es que ella ya no depende de ti. Nuestras parejas son más bellas cuando no dependen tanto de uno, claro, es importante que quieran compartir tiempo con uno y repartir funciones en la casa, que uno sienta que quieren contar con su presencia y ayuda.
Pero yendo a tu problema principal, ella parece haber pasado por mucho, no solo antes de ti, también con las situaciones externas a ti estando contigo (el covid y demás).
Estas experiencias hacen que la gente cambie y con esos cambios vienen diferentes necesidades, formas de ver la vida, etc. si pasó por medicación con mas razón.
En realidad no veo claramente lo que le quieres consultar a Cristina, solo te digo que hacer mucho o poco por alguien no es motivo para que esa persona se quede (lamentablemente). Siéntete bien de que hiciste lo que pudiste mientras duró.
Me gustaMe gusta
Hola cristina.. Espero puedas leerme una vez más. Estoy muy triste ya que llevo un año de relación muy tóxica
Al principio todo bien, me trataba de maravilla pero la verdad yo tuve actitudes que lo alejaron, como hablarme con algunos de mis ex. Me terminó y me buscó 2 meses después. Desde julio del año pasado ha sido el círculo vicioso, me busca y es muy intenso demuestra mucho interés y a los 3 o 4 días nada ya no hay mensajes de buenos días y aunque si platicamos todos los días no es intenso como los primeros. Y cuando yo reacciono a esa falta de interés, me dice que estoy mal y que soy muy demandante. A todo ésto te comento que siempre que empieza con su falta de interés yo lo bloqueo y mantengo contacto cero y siempre terminaba buscándome. Pero esta vez fue diferente. Estaba con unos amigos y no me respondía el celular. Me puse algo intensa y terminé por bloquearlo. El punto es que ahora los papeles cambiaron, él me bloqueó, me borró de todo, me desespere y le estuve llamando muchas veces pero también bloqueó las llamadas, no tengo ya forma de comunicarme y yo me desespere mucho y le llame como 50 veces. Me duele mucho y no quiero que se inviertan los papeles y ahora sea él quien me tenga a mi rogándole. Siento muy feo no poderme comunicar con él, y también me duele el hecho de que ahora me tiene donde quiere. No sé qué hacer. No sé qué esperar
Me gustaMe gusta
Hola Yesica,
Estás liada en una batalla de egos con alguien a quien no quieres y que tampoco te quiere.
Lo que os engancha de esta situación es intentar que sea el otro quien se arrastre.
Esta actitud denota una inmensa falta de amor propio de ambos.
Simplifica. Si no te quiere ¿para qué le quieres tú? ¿Le vas a obligar a quererte a base de maltratarlo, bloquearlo o acosarlo?
No.
Aprovecha esta oportunidad para mirarte mucho por dentro y entender que si necesitas tener a gente a tus pies para sentirte bien contigo misma, el problema no es tu relación, sino algo mucho más profundo. Cuando esa pseudorelación rara que tenéis se termine (que terminará, porque ya está más que acabada) te asomará el vacío que tratas de llenar hablando con tus ex parejas o tratando de manipular a esta persona. Si tienes fuerzas para ello, enfréntalo, busca ayuda, enfócate en sanarte de esa necesidad de atención y es ahí entonces cuando te verás libre de estos apegos enfermizos que no van a ninguna parte.
Abrazos
Me gustaMe gusta