Amigos o conocidos. Se atraen, se gustan, pero no quieren riesgos, ni compromisos. La amistad con derecho a roce, sobre el papel, es la panacea para quienes desean disfrutar de las ventajas de una relación sin ninguno de sus inconvenientes. Son relaciones «sí, pero no». Sí, me gustas, pero no lo suficiente. Sí, quiero sexo y cariño, pero no aguantarte en tus días malos ni tener que regalarte nada el día de tu cumpleaños. Sí, te quiero como amante, pero no como pareja. Sí, necesito una relación…pero no la quiero.
¿Una buena o mala elección? Ni una cosa, ni la otra. La amistad con derecho a roce es, como todas las relaciones, una experiencia que sirve para conocer lo que nos gusta, lo que queremos en nuestra vida o lo que descartamos.
Pero entonces, ¿qué ocurre cuando en una relación «sí, pero no», uno dice «sí», mientras que el otro dice «no»?.
El problema comienza porque se está estableciendo un acuerdo muy razonable, incluso frío y lógico para que dos seres humanos con emociones y sentimientos tengan una «intimidad controlada». Por lo que resulta muy habitual que una de las dos personas acabe por sentir más de lo pactado en un inicio y la fina línea que separa el roce del privilegio se desdibuja hasta situar a los amantes en una tierra de nadie donde ni el uno ni el otro tienen claro qué quieren, qué sienten o a dónde pretenden llegar.
El mayor perjudicado es quien involucra un corazón que no entraba desde el inicio en el trato.
Por ello, es importante tener siempre claro lo que se desea en una relación «sí, pero no». Si desde un principio se buscaba una relación estable con la otra persona y se cedió a ese contrato temporal para optar a indefinido, lo más conveniente es no negociar jamás con las verdaderas prioridades: no aceptar jamás menos de lo que se desea. Porque hacerlo, es un insulto a uno mismo y más vale perder una relación que no nos llena, que perdernos a nosotros.
Si ambos empezaron la relación con las mismas intenciones y sentimientos y con el tiempo, alguno sintió algo más, igualmente toca poner las cosas en claro y proponer lo que se desee. Si la otra persona está en la misma sintonía y lo demuestra no sólo con palabras, sino con hechos; o si bien no tiene el mismo interés y esto supone el fin de la «amistad», ambos saldrán ganando, pues será el fin de un acuerdo que ya no funciona tal y como se planteó o el inicio de una relación que se desea por ambas partes.
En cualquier caso y antes de plantear una relación de este tipo, nunca está de más preguntarse si lo que lleva a prediseñar nuestra manera de intimar con otros parte de un verdadero deseo o proviene del miedo a sufrir. En el segundo caso, recordemos que no hay ninguna relación entre seres humanos, exenta de riesgos…ni siquiera una amistad con derechos.
Hola,
Ante todo, gracias, gracias y mil gracias.
Tras leerte en todos tus textos y haberme sentido indentificada en muchos de ellos en tiempos pasados…me encuentro ahora en una situación parecida,(no lo sé) a éste en concreto.
Conocí a un chico, estuvimos hablando durante una semana aprox por whatsapp, vimos que teníamos muchas cosas en común, en fin, que conectábamos. Pasada la primera cita que acabó con un beso, seguimos hablando pero ya no como antes o eso me pareció a mi. Pero bueno, seguía interesado y a mi me encantaba él. Segunda cita y acabó en la cama, me apetecía bastante, teníamos una conexión muy fuerte. Después de esto, lo mismo que tras pasada la primera cita, hablamos pero muy superficial. Mi intención es conocerle poco a poco en todos los aspectos.
Le pregunté claramente que intenciones tenía conmigo, (porque yo ya me creo viendo las conversaciones mas bien básicas que tenemos, que no tenemos el mismo interés). y me dijo literalmente que él en principio estaba a gusto conmigo y quería pasarlo bien, que no tenía que pensar más allá ahora mismo, que hacen falta muchas cosas para saber si quieres seguir conociendo a alguien y que yo le preguntara no ayudaba mucho precisamente. Y esto, cómo lo interpreto yo?
Supongo que es prontísimo para saber, nos hemos visto dos veces sólo…pero ya me da vueltas la cabeza porque quiero estar en igualdad de condiciones para no gastar energía y sobre todo para no pasarlo mal.
Gracias Cristina, por toda tu página.
Me gustaMe gusta
Hola Adriana!,
Si la cosa se ha enfriado en el post-sex, mucho me temo que no va a evolucionar gran cosa la historia.
No soy mojigata, no creo que haya que privarse de sexo en la primera o en la décima cita si ambos les apetece, pero sí creo que si para ti el sexo es importante, si conectas emocionalmente con la persona con la que te acuestas, no es nada recomendable tenerlo en un inicio con alguien que conoces tan poco, te hará sentir muy expuesta e insegura.
Quién sabe si al conocer más a este chico tú misma te desilusionas porque no tiene las cualidades que respetas o valoras, pero lo cierto es que ahora no estás en una posición cómoda, pareciese que te tuviesen que elegir, y desde ahí necesitarás recuperar un equilibrio.
Abrazos
Me gustaMe gusta