Que los japoneses son de otro planeta, ya lo sabíamos. Que este planeta ni siquiera pertenece a nuestro sistema solar, se demuestra en este vídeo (abstenerse personas sensibles) que me ha dejado entre la risa, el horror y la perplejidad más absoluta.
Una sociedad en la que se reduce drásticamente el número de parejas y de nacimientos a causa de una política laboral que no admite la vida privada, sumado a una cultura de represión emocional en la que convive Hello Kitty con la pornografía extrema y el consumismo más salvaje: esto, a grandes rasgos, es la imagen de Japón a ojos occidentales. Y esa la visión que muestra este curiosísimo vídeo donde podemos ver cómo se ha desarrollado toda una industria de sucedáneos del amor -e incluso de la amistad con el sexo opuesto- para personas demasiado ocupadas o temerosas como para cultivar un amor real.
Mientras tanto, en nuestra civilización proliferan las páginas de contactos, los emparejamientos expréss, la tecnologización de las relaciones y la cada vez más acuciante y evidente crisis de la familia occidental tal y como se concebía hasta ahora.
¿Y vosotros, qué creéis? ¿Llegaremos a algo parecido en occidente?