No tienes problemas para ligar. Eres atractivo/a, tienes éxito social, un trabajo estable, un carácter complaciente y unas considerables artes amatorias y aún así, las relaciones te duran lo que un caramelo a la puerta del colegio. Empiezan, evolucionan y de repente, sin saber porqué, decaen y se apagan. ¿Qué sucede?
Hace poco tiempo, un chico me escribió una consulta. Explicaba que llevaba más de seis años buscando a su alma gemela, el amor que lo llenase y lo completase. Pero en cambio, había estado con varias parejas que al principio parecían adecuadas, pero siempre por una razón o otra, acababan fallando. Se preguntaba si el problema era ser demasiado bueno y si tendría que fingir ser pasota o prepotente para mantener el interés de otra persona. Y finalizaba con un cuanto mejor lo hago, peor me sale todo.
Como él, muchos y muchas personas se indignan, culpan al otro sexo (o al propio, si prodigan otras tendencias), culpan a la sociedad del amor mercantilista, en definitiva, miran a su alrededor buscando respuestas que nunca obtienen. Piensan que les están poniendo la zancadilla, cuando lo que realmente hacen es tropezarse, una y otra vez con la misma piedra.
Un alumno recibía clases de su profesor particular. Cada vez que acudía a su casa, el profesor desplegaba el libro por la misma página y le repetía la misma lección que en los días anteriores. Cuando el muchacho le preguntó porqué nunca avanzaban de tema, el profesor contestaba: porque aún no has aprendido.
En el momento en que te pares en el camino, mires hacia atrás y comprendas que las piedras con las que tropezaste son tus propias piedras, habrás iniciado un nuevo camino.
Mientras sigas culpando a la sociedad, a Hollywood, a las mujeres, a los hombres, a la educación, a la alineación de los planetas o a cualquier factor externo sobre el que no puedes tomar ni control ni responsabilidad, seguirás abriendo el mismo libro, por la misma página.
No preguntes ¿porqué no me aman? Pregunta ¿yo sé amar?
El amor firme, satisfactorio y duradero empieza por uno mismo. Si vives en la necesidad, la carencia y el vacío, no obtendrás amor. Obtendrás un objeto complementario que llenará temporalmente tus necesidades. Y cuando este objeto se gaste, se desluzca o se pierda la sensación de novedad (una plenitud transitoria, pero muy adictiva) posiblemente dedicarás todos tus recursos a pelear para recuperar las sensaciones del inicio. O buscarás otro nuevo objeto que te brinde, temporalmente, la ansiada plenitud.
¿Quieres una relación de amor? Ofrece lo que desearías tú. Si pides plenitud, sé pleno. Si pides felicidad, sé feliz. Si pides sabiduría, sé sabio. Si pides equilibrio, sé equilibrado. Si pides aceptación, acéptate tú.
Las personas no tenemos poderes sobrenaturales. Si no sabes amar y esperas que encontrarte con el gran amor de tu vida va a solucionarte esta papeleta, desengáñate: no existe un ente místico en forma humana que te vaya a otorgar una capacidad de la que careces.
¿Buscas el amor, pero en cuanto estás con una persona, te desinflas y desilusionas o sientes que no te dan lo que necesitas? Haz una prueba. Date un año sabático fuera del mercado. Renuncia al imperativo emocional y social de buscar pareja y desconecta el chip encontrar al amor de mi vida. Dedica ese año a conocerte; haz algún viaje; prueba a conocer gente, sin la necesidad de llegar a algo más, por el mero placer de disfrutar de una amistad, de una conversación puntual o de un encuentro inesperado. Haz una limpieza de armario: revisa cuántas de las personas que te rodean realmente te aportan algo y cuántas personas mantienes en tu vida por conveniencia, aunque no sean positivas para tí.
Aprende a meditar. Viaja al fondo de tus miedos, paranoias, dolores, culpabilidades y neuras. Conócete y perdónate. Haz algo que siempre te apeteció hacer y nunca te atreviste. Haz algún deporte que despierte el tigre que hay en tí. Escribe un blog, graba un disco, retoma alguna afición que por pereza abandonaste. Diseña tu propia wishlist vital con todos los objetivos que te gustaría cumplir durante ese año. No te angusties si no los consigues.
Prescinde de la idea de que el atractivo físico o el éxito social o un trabajo estable tienen algo que ver con amar y ser amado. Descubre en tí lo que es verdaderamente digno de ser amado y empieza por tener un gran romance contigo mismo. ¿Eres capaz? Te sorprendrás de cómo puede cambiar la vida cuando nos decidimos a vivirla.
No es sencillo, ni fácil. Pero, como decía Ovidio en su Ars Amandi, el amor es una milicia. ¡Apartaos los que seáis flojos!
Cuánta razón tienes. Los foros de internet están llenos de personas que echan la culpa hasta al empedrado por sus fracasos en las relaciones (y sobre todo por sus fracasos al no conseguir tenerlas), sin darse cuenta de que a quienes primero tienen que mirar es a sí mismos.
Pedazo de página la que tienes, enhorabuena.
Me gustaMe gusta
DE TODOS LOS TEXTOS QUE HE LEIDO DE AUTOESTIMA
Este sin duda es el mejor, que he leído en mucho tiempo.
Realmente es una comunicación profunda con el origen del miedo a no ser amado por no amarnos. Una verdadera oración frente a ti misma, tomando las riendas de tus fracasos que no han de limitarte en las próximas ocasiones, ni retomar esquemas caducos que te te han llevado siempre al mismo lugar.
MARAVILLOSO
Me gustaMe gusta
Increíblemente bello, crudo y realista todo lo que escribes aquí Cris. Después de que nos han roto el corazón y nos sentimos un poco mejor, algunos de nosotros experimentamos una tremenda necesidad de rehacer nuestra vida sentimental, de encontrar el amor verdadero, ese que nos haga olvidar el doloroso pasado, que nos haga sentir que todavía somos valiosos y podemos ser amados otra vez. Pero tremendo error: estamos buscando afuera lo que debemos encontrar primero adentro, en nosotros mismos. Y simplemente no estamos listos. Debemos prepararnos para que cuando llegue ese «alguien», vea una versión mejorarda de nosotros, la versión 2.0 o 3.0, la mejor versión hasta la fecha. Y es importante preguntarnos: ¿Si yo fuera otra persona, yo tendría una relación sentimental conmigo mismo, conociendo todos los problemas, miedos y carencias con las que cargo? Y si llega esa persona indicada, ¿seré yo un individuo lo suficientemente bueno, sabio y maduro para que esa persona se enamore también de mi y decida estar conmigo y no dejarme ir?
Genial Cris. Simplemente genial. Nuevamente muchísimas gracias por tu sabiduría. Este es un proceso de aprendizaje duro, lento y doloroso, pero con tu ayuda voy viendo la luz al final del túnel…
Me gustaMe gusta
Yo nunca he tenido suerte en el amor, hace 3 meses, dejé a mi pareja con quien vivía desde hace 3 años y medio por enterarme de una infidelidad. Ha sido mi única pareja «estable» y tengo 34 años. tuve pocos noviazgos no importantes antes de esta relación, de muy pocos meses de duración. El caso es que la mayor parte del tiempo he estado sola conmigo misma, he aprendido a conocerme y he disfrutado de mi soledad, hasta ahora. Ahora sí sé lo que es sentirse sola y vacía, sin ilusiones ni esperanzas y todo el mundo dice los mismo, que tengo qué disfrutar mi soledad para conocerme y dedicarme a mi, pero YO YA LO HICE POR MUCHO TIEMPO, YA LO DISFRUTÉ!!!!!, ahora quisiera tener a alguien que me quiera , que me abrace, quiero una familia, quiero mis hijos, que tal vez nunca tendré.
Si se tratara de ser feliz estando solo con uno mismo, porqué no nos vamos y cada quien agarra su isla desierta; entonces no habría sociedad, no habría familias. Creo que no nacimos para estar solos.
Perdón si molesta mi comentario pero es lo que pienso, tal vez porque sigo sufriendo mucho en mi duelo.
Y por otro lado, Cristina, decirte que te agradezco mucho, tus artículos y consejos me han ayudado tanto más que cien terapias en psicología, has sido un ángel en mi camino, que me ayudó cuando lo único que pensaba era en dormir y no despertar nunca más. Gracias a tí,siento que he avanzado mucho. Es sólo mi opinión. Gracias!!
Me gustaMe gusta
¡Hola Reyna!
Se puede estar soltero y se puede uno sentir solo y vacío. Pero una cosa no tiene ninguna relación con la otra…
Casi todos nosotros necesitamos conectar con algo o con alguien. No tenemos porqué aislarnos, ni renunciar a la cercanía con otras personas. Pero no todo se concentra en una pareja. Siempre recuerdo el ejemplo de Teresa de Calcula, una señora que ni tuvo hijos, ni tuvo pareja, y sin embargo, dedicó al amor toda su vida: ¿crees que era infeliz, o que se sentía vacía?
Y fíjate lo que son las cosas, en mi familia hemos sido siempre poco expresivos en el afecto: hasta que pasé por mi ruptura más dolorosa, no dije a mi madre por primera vez en mi vida, que la quería, ni le di un abrazo a mi padre. Nos centramos tanto en lo perdido, que no nos damos cuenta de cuántas oportunidades estamos perdiendo ahora mismo, de amar lo que tenemos, de encontrar esa conexión que buscamos.
¿Necesitas un abrazo? ¿Y cuál es el problema? ¿No tienes seres queridos? Pues coge a las personas que quieres y que ahora mismo sí están en tu vida, y dales ese abrazo que pides.
Un escrito de Séneca rezaba: te descubriré un modo de provocar el amor sin filtro magico, sin hierbas, sin ensalmos de hechicera: si quieres ser amado, ama.
No es el recibir amor lo que nos salva del abismo: es darlo y a ser posible, a raudales, a espuertas, a gusto y sin tacañerías, como si nos sobrase, en lugar de faltarnos. Así de sencillo.
Y por cierto! Que tengas un año 2016 de mucho, mucho amor 🙂
Un abrazo muy fuerte
Me gustaMe gusta
Reyna, compartimos nombre y edad 😉
Solo decirte que nos educan tanto en la idea de que la única felicidad es la pareja y los hijos, que todo lo que se desvía de eso parece una anomalía. Te aseguro que el amor está en todas partes, que puedes descubrir los placeres de la vida en los momentos más insospechados; hay gente maravillosa por ahí a la que conocer y disfrutar y que en esta vida se viven varias vidas, en las cuales nos llegan personas nuevas a las que amar y que nos aman. Y no hablo de novios. Es cuestión de mirar y abrirse a lo nuevo.
Feliz año a todos 😉
Me gustaMe gusta
Gracias otra vez, Cristina!, tienes toda la razón. Voy a trabajar en eso, ya que creo que soy egoísta y sólo quiero recibir sin saber dar.
Y te reitero, eres un ángel !!!!!!!
Igualmente un abrazo y que este 2016 sea un hermoso año para tí y tus seres queridos!!!!!
Me gustaMe gusta
¡Wow! justo lo que buscaba.. excelente blog Cristina.. yo voy y vengo en mi relación amorosa, la cual tal cual.. es un caos por que ambos venimos de una falta de compromiso con nosotros mismos… al mes de estar iniciando una relación, salimos embarazados, y caos total.. volvimos a intentar un noviazgo a los 6 meses de nacido nuestro bebe,
y fue como empezar de cero.. de mes con mes ir limpiando rencores, miedos, uff infinidad de temas hemos ido superando.. cada que yo decido decir adiós el entra en su face de amoroso, y de voy a ser mejor.. y vuelve a relucir lo mejor de el.. realmente si crece.. y mejora la parte que decide trabajar.. solo que como todo ser en evolución surgen nuevos desafíos en su evolución, o sus miedos, que me llevan nuevamente a alejarme… hoy estoy nuevamente frente al espejo preguntando si siento deseo de disfrutar esta face de el de ser una pareja con planes… o mejor seguir sola.. también tengo poco tiempo que empece a trabajar muy fuerte mi compromiso conmigo misma.. por que para tener una real relación de compromiso con mi pareja, debo vivirla conmigo misma, no se si eso lo atrajo a por primera vez acercarse pensando más en serio.. por otro lado.. yo ya no se si quiero volver a dar esa apertura.. o ya se fue el amor a el…
Me gustaMe gusta
Hola rocioo,
Pues por una parte, darte la enhorabuena por tu bebé y que lo disfrutes y cuides muchísimo, que eso también es un compromiso muy importante.
Y por otra, si tienes tantas dudas, quizás lo mejor es seguir sola y construir desde la base antes de poner la casa y el tejado…
Abrazos!
Me gustaMe gusta