Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor (Samuel Beckett)
Hace unos días, hablo con una chica que está pasando por una ruptura y quiere volver a hablar con su ex. Me pregunta si le aconsejo que lo haga. Le digo simplemente que si necesita hacerlo, que lo haga. Y si no le compensa, no le va bien o le genera más sufrimiento, es mejor que lo compruebe ella misma y no se quede con la duda. Podría haberle recomendado sostener el contacto 0 y enfocarse en su sanación, que sin duda es un camino siempre saludable y productivo. Pero no tenía sentido. Le hubiera intentado convencer de una acción en la que ella no creía.
Cualquier dilema humano, es resultado de una incoherencia. Si pudiésemos vivir siempre en tiempo presente, no existiría tal incoherencia. Pero vivimos en tres tiempos: pasado, presente y futuro. Lo que quisimos, lo que queremos, lo que buscamos. Añadid a esto lo que tememos, lo que deseamos, lo que queremos y lo que necesitamos, que son conceptos que rara vez está en plena armonía. Y el resultado: un totum revolutum de contradicciones que nos hacen, a menudo, acudir en busca de algo externo para que ponga orden al desorden.
La respuesta a las miles de preguntas que plantean nuestras contradicciones, es una respuesta de tres palabras absolutamente maravillosas que deberíamos tener escritas en la frente todos los días.
ENSAYO Y ERROR
La wikipedia define ensayo y error como: un método heurístico para obtener el conocimiento, tanto proposicional como procedimental y consiste en probar una alternativa y verificar si funciona. Si es así, se tiene una solución. En caso contrario, se intenta una alternativa diferente.
En el terreno personal, laboral, sentimental, familiar, a menudo nos encontramos detenidos obsesiva e inútilmente, tratando de resolver dudas existenciales a través de nuestros pensamientos.
¿Debo contactar a mi ex? Yo que sé. Contáctalo y verás.
¿Debo acudir a esta cena de empresa que no sé si me apetece o no me apetece? Ni idea. Hazlo y sales de dudas para la próxima.
¿Debo intentar arreglar las cosas con este familiar con el que he tenido un follón? A saber. La única manera de saber si se puede arreglar, es intentando arreglarlo.
¿Debo escribir a este chico o chica que me gusta pero no sé si me hará caso? ¡Y yo qué quieres que te diga! No tendrás claro nada hasta que lo hagas.
Nuestra mente. Ese hábitat a veces acogedor, a veces hostil, que cometemos el error de creer que es la medida del universo. Un Frankenstein parcheado de inseguridades, miedos, discursos propios y ajenos tan entremezclados que no sabemos cuál es el nuestro y cuál es el de los demás. Súmale algún trauma a dos. Mezclar y agitar. ¿Cómo nos vamos a servir únicamente de nuestros propios pensamientos para solucionar nada?
La importancia de reconocer los límites de nuestra mente es tan esencial como aprender que hay una inmensa parte de la vida que es simplemente imposible de experimentar si no se pasa a las acciones, a las decisiones y a los hechos. A veces tendremos suerte y serán decisiones mínimas que no comportarán grandes riesgos y otras veces, no tendremos tanta suerte (o sí, según se mire) y la única manera que se nos presente de resolver nuestra duda existencial de turno, es asumiendo grandes pasos que nos den un miedo de muerte.
Ensayo y error. Palabras mágicas para dejar de ser esclavos de nuestro pensar y empezar a ser dueños de nuestro obrar.
Autor tan lúcido como pesimista, Samuel Beckett, con su fracasa mejor – tan cacareado por los emprendedores – nunca pensó en el éxito al escribir estas palabras. No pretendió crear un lema motivador. Lo que expresaba Beckett era que inevitablemente, la vida consistía en fracasar, una y otra vez, porque no existe un gran premio prometido a quien intenta lo mismo un determinado número de veces. Todos y cada uno de nosotros estamos inmersos en la lucha para conciliar mente y cuerpo, pasado, presente y futuro, miedos y deseos, necesidades y quereres, y dentro de esa constante y fascinante contradicción, lo más increíble de todo es ver cómo cada una de esas millones de luchas silenciosas que acontecen día a día en el mundo son, en sí mismas, una fascinante crónica de éxitos y fracasos casi imperceptibles para el resto.
Si alguna vez existiese una crónica universal de todas estas epopeyas silenciosas que habitan en la mente de cada uno, comprenderíamos la extraordinaria naturaleza de la batalla que cada uno debemos de librar para poder movernos lo que desde fuera, parece mínimo. Comprenderíamos el heroísmo individual que subyace bajo muchas acciones y decisiones que no entendemos.
¿Llevas mucho tiempo intentando resolver una disyuntiva por medio del pensamiento, la consulta, la pregunta y la espera? ¡Libérate!. Tu mente quizás pueda resolver un 50% de la situación que te inquieta, pero hay otro 50% que permanecerá en la más absoluta oscuridad eterna si no actúas, así que probablemente…ya no necesitas pensar más.
El ideal que perseguimos es el de vivir en paz, vivir el presente, vivir sin contradicciones. Esto no es posible sin acompañar los pensamientos de acciones.
Don’t dream it…be it (The Rocky Horror Picture Show)
Hola de nuevo Cris!. Cuántas veces habrás sugerido contacto cero, a personas que te escuchan como un búho, con total atención y respeto y al final de contacto cero nada de nada?. Tu artículo, clama a estar presente y al autoconocimiento, a preguntarse “para qué”, que mira dentro y no “por qué”, que busca fuera. Es imposible no pasar por algo que inconscientemente proyectamos, lo sugieras tu, San Pedro o tu mayor ídolo. Teniendo la libertad que tenemos hoy, al menos para elegir pareja o dejarla marchar, si alguien está sufriendo estando con otra persona, es que tiene que sufrir hasta que haga consciente que el amor no es sufrir, por ejemplo. Ese equilibrio y paz que todos anhelamos solo se llega a el en movimiento, cuanto más amor a ti, menos hostias harán falta. Quien lea esto o tu lúcido artículo, creo que en la mayor parte de ellos, no les servirá de nada. Un abrazo gigante pequeña sabia!!!. 😉👍🐺
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ensayo y error… si sale bien, perfecto y si fracasas, aprendes para la próxima vez, con lo que al final con ambas opciones puedes salir ganando o, de algún modo, beneficiado aunque de primeras pueda parecer lo contrario.
Ya hace dos años (dos años ya, madre mía!) que contacté con mi ex para disculparme por mi comportamiento/dependencia de los últimos tiempos, para intentar cerrar el capítulo que habíamos escrito de una manera más «cordial» después de tanto bonito que vivimos. Con una carta dejada en su coche, me salté el contacto cero que llevaba cumpliendo desde hacía meses. No era lo que en ese momento tú, Cristina, me aconsejabas hacer, ni tampoco me lo aconsejaba mi psiquiatra, pero me arriesgué y lo hice. Después de todo lo que llevaba sufrido y llorado, pensaba que peor no podía acabar ya la cosa, con lo que ese fue mi «ensayo y error». Ahora leyendo tu entrada, me reafirmo en que si no lo hubiera hecho, me hubiera quedado con ese 50% de absoluta oscuridad eterna, con ese pellizco y esa culpa de haber fastidiado más de la cuenta algo que podría haber terminado mucho mejor. Así que sí, como experiencia propia, también opino que actuar es una buena opción (siempre dentro de unos límites y con un poco de cabeza, que los ímpetus tampoco son buenos) o si no, la mente seguirá machacando sobre el tema hasta el fin de los tiempos. Quizá ese movimiento pueda conseguir acercarnos algo más a la paz, al presente y a las no contradicciones que harían nuestro día a día mejor.
Cristina, me encanta seguir leyéndote después de tanto tiempo aunque (afortunadamente) mi corazoncito ya esté prácticamente recuperado 🙂 Tu blog ayuda durante el duelo y después, porque el releer ciertas entradas una vez pasado el tiempo o incluso mis propias divagaciones dolientes en algunas de ellas cuando más herida estaba, me hace ver cómo verdaderamente el tiempo ayuda y cómo he cambiado, cómo he evolucionado (cual pokemon) y vivo un poquito más feliz que en aquellos tiempos.
De todo se sale, aunque no lo parezca cuando estás dentro. Ánimo a todos los que aún no lo percibís así. Lo haréis, doy fe.
Un abrazo fuerte.
Me gustaMe gusta
Hola Aura,
Llevo compartiendo caminos e historias con muchos de vosotros desde hace años y siempre me encanta saber de cómo estáis o leer algún nuevo comentario vuestro.
Al escribir, yo tengo la misma sensación que me comentas que te ocurre al leer…lo cual demuestra hasta que punto leer y escribir son dos caras de la misma moneda y cómo en muchos aspectos todos seguimos evolucionando.
No sé si habéis oído una frase muy dicha, que es «te arrepentirás más de lo que no has hecho, que de lo que has hecho». Yo la conozco desde hace mucho tiempo y nunca me ha fallado 😀
Abrazos, maestra pokémon!
Me gustaMe gusta
Es muy difícil, Cristina. Y no hablo solo de los asuntos de pareja. Actuar a veces nos da pavor y tememos empeorar las cosas.
No me encuentro muy bien, para qué negarlo. Una racha complicada unida al estrés. La ansiedad intermitente. Al mismo tiempo que te escribo esto llorando pienso en los hijos (muchas veces han sido el único motivo para luchar), los amigos que quiero (sin ellos sería poco), la fe (una tabla de salvación), en ti y tu ayuda (un regalo conocerte). Quiero creer y no temer, Cristina. Quiero sufrir menos. No lo digo desde un planteamiento infantil… He pasado mucho.
Gracias por las palabras, las tuyas, por ser como eres. Por empujarnos un poquito, por tirar de nosotros. Gracias.
Me gustaMe gusta
Hola Cristina & friends,
A mi pasa con esto un poco como el juego a las 7 y media, o te pasas o no llegas….
Cuando las cosas las centrifugas demasiado en la cabeza…. al final la mente se enturbia y no llegas a ninguna conclusión y menos a tomar ninguna acción. Es lo que se conoce como parálisis por análisis. La única solución en estos casos es tomarse un tiempo y distancia del tema en cuestión para si acaso volverlo a analizar pero esta vez hacerlo con sólo dos o tres elementos de análisis máximo (los que realmente son importantes); ventajas e inconvenientes sobre si me quedo o si me voy… si insisto o desisto … o si hablo o me callo…😅
Me gustaMe gusta
Cris, me ha encantado este post, muy propicio para estas fechas de inicio de año donde hay tantas cosas por hacer que uno se siente un poco desbordado (sobretodo los que somos ansiosos) pero el mejor consejo definitivamente es tratar de mantenernos en el presente que es lo único sobre lo que tenemos control y tomar acciones!. Consejo válido no sólo para temas amorosos cabe decir….Un abrazo y próspero 2020!
Me gustaMe gusta
Está claro que si se te mete algo entre ceja y ceja, como si viene el mismísimo Papa, que al final una acabará haciendo lo que le dé la gana. Lo bueno de esto es que si no sale bien, se aprende (normalmente) para no volver a caer.
Al final pienso que uno vive su propio presente y su propia realidad, y si se hace algo es porque siente que debe hacerlo así y es la mejor opción. Por esto no suelo arrepentirme de lo que hago, porque en algún momento pensé que era lo mejor en esa circunstancia en concreto. Y si la cago, aprendo, pido disculpas si es necesario y por supuesto, tomo medidas para que no vuelva a suceder. Como dices, es todo ensayo y error. Y uno aprende a no caerse tanto, aunque a algunos nos cueste más que otros.
No sabes el bien que me ha hecho tu blog. He podido reforzar alguna de mis ideas, y parece que no estaba equivocada ya que soy muy feliz. Con otras, simplemente he podido darle una vuelta de tuerca más o intentar verlas con otros ojos, y me has ayudado muchísimo. Además, me he dado cuenta de que hay conceptos que parecen de cajón pero no lo son tanto, y si no nos lo dicen claramente ni nos enteramos.
Te quería contar también que tras recuperarme de mi ex hace año y medio, estoy con una persona que me aporta muchísimo(creo que ya te lo dije anteriormente) y me siento más querida y respetada que nunca. Además, tras el fallecimiento de mi madre se ha volcado conmigo totalmente y no se lo podría agradecer más. Ella era dependiente y yo cuidadaba de ella, por lo que ha sido una relación muy especial, está siendo duro.
Volviendo a él, y curiosamente, no siento esa ansiedad de querer estar con él 24/7 y me aporta mucha tranquilidad y aventura a la vez. Somos un equipo. No sé muy bien cómo explicarlo.
En fin, sólo quería darte las gracias por tus consejos, aunque luego te hagamos más caso o menos, y por hacer que nos replanteemos las ideas que pululan en nuestra mente 🙂
PD: Estoy logeada con mi nombre, pero el nick que suelo usar aquí es Luciérnaga. No sé cual saldrá una vez se publique esto!
Me gustaMe gusta
¡Hola Cristina !
Feliz Año Nuevo y mucha salud y suerte en todo.
He escrito varias veces en el blog y estoy muy agradecida a tus consejos, me han ayudado mucho.
Yo sufrí las consecuencias de caer en dos relaciones tóxicas, y la última fue especialmente mortífera, sufrí mucho.
Quería aportar que aún y a sabiendas de que el contacto cero es lo mejor para estos casos yo me puse en contacto con él varias veces, porque no podía hacer otra cosa, me sentía culpable y con cuentas pendientes… Pues bien, todas las veces que lo contacté fue negativo, solo me sirvió para sentirme peor. Las primeras veces él estaba enfadado y discutíamos, y las últimas se mostró indiferente y me dijo que estaba muy bien y tranquilo.
Mi conclusión: tú tenías la razón, porque si hubiera podido evitar esas llamadas me habría recuperado antes, no sirvieron más que para aumentar mi decepción. Pero claro, yo necesitaba escucharlo, aunque eso dejara mi dignidad por los suelos.
Ya han pasado dos años desde la ruptura y aún no me he recuperado, sigo haciendo terapia y poco a poco voy recuperando mi alegría y mi vida, que se quedó estancada. Pero me he cerrado al amor, Cristina, es lo peor de todo.
Un abrazo muy fuerte y gracias por este blog maravilloso. Tus palabras me han consolado durante horas y horas.
Me gustaMe gusta
Hola Cristina, acabo de dejar una corta relación de 5 meses. La razón incompatibilidad de vidas, yo soy deportista y tengo una vida bastante equilibrada con una rutina que me gusta bastante, la otra persona me oculto que tenía TLP y algún que otro problema con el alcohol. Aunque lo he intentado me estaba desequilibrando porque yo intentaba comprender el porqué la otra persona hacia lo que hacía, irse a dormir cada día a las 4 am, cuando salía beber un mínimo de 10 cervezas. La otra persona me acusaba de ser celosa pero para mí una vida tan desordenada me inspiraba deconfianza, así que en un acto de valor le dije que mejor cada una por su lado porque yo sufría por sus actitudes y ella por no comprender su estilo de vida.
Que opinas?
Gracias
Me gustaMe gusta
Hola Anónima,
No sé exactamente sobre qué necesitas opinión ¿sobre la relación, sobre la ruptura, sobre la vida en general?..
Me gustaMe gusta