Hace un tiempo, un vídeo de la argentina Paula Schargorodsky dio la vuelta a la red con el relato de las visicitudes de una mujer soltera de 35 años. A pesar de su título -La libertad femenina tiene fecha de caducidad – sus reflexiones no difieren de las que elucubran la mayoría de los singles: las expectativas sociales, los amigos que van casándose, las segundas oportunidades, la duración de las parejas, el miedo a la soledad y el miedo a comprometerse.
Sencillo, directo y con una bonita conclusión final.
Hola, no puedo dejar de sentirme identificada. He vivido casi igual todo lo que ha contado la protagonista. Los amores intensos a los 20, la libertad…y ahora, como ella, tengo 35 años y sin pareja cuando prácticamente todos mis amigos están casados o casi. Bueno, si tengo pareja pero no creo que funcione. Tuve la oportunidad de establecerme con el chico perfecto: bueno, generoso, inteligente, divertido y me quería con locura…pero rechacé todo eso porque quería ser fiel a mi misma y no aceptar una relación por conveniencia, por no estar sola. A esta edad es muy difícil no hacerse la pregunta de si habrá algo raro en mi, intento no pensar mucho en ello pero a veces es inevitable. Muy buen blog. Gracias!
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Hola Tajea, muchas gracias a tí por tu comentario. Te puedo decir que si tú eres rara, entonces media humanidad también lo somos. Simplemente cada uno seguimos nuestro camino. A veces intentas que tu camino sea el mismo que el de la mayoría, hasta que comprendes que no importa el plan de vida que cumplas, no te libras de las crisis, ni del vacío, ni de sentirte perdida sin saber lo que quieres ni lo que eres. Así funciona el ser humano hasta que finalmente crece y alcanza un equilibrio y una plenitud personal. Se dice que el amor llega cuando ya no se busca, pero yo matizaría, el amor llega cuando ya no se necesita, no porque te hayas vuelto insensible, sino porque ya has aprendido a amar todo lo que tienes, lo que eres y lo que te rodea. Amor sólo se compra con amor. De todos modos, este tema tocará desarrollarlo por aquí. ¡Un abrazo fuerte!
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No había visto esta entrada ni este vídeo! Me ha encantado, yo ando en esas crisis y tengo 29! Lindísima la conclusión, al final, el amor es una decisión. 🙂
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