Dejar a alguien a quien amas

Hola, Cristina,

Hace un par de meses te encontré, en la desesperación y desolación y debo empezar por decirte, gracias, Cristina, has sido luz y paz. Nunca me había animado a escribir nada en ninguna página de internet, pero la gratitud que siento hacia ti me dio el impulso de hacerlo. Además, también he leído los comentarios e historias de tantas personas aquí, los cuales también me han servido un montón, me han hecho sentir parte de un todo, me han ayudado a desdramatizar. En serio, para mí esta comunidad de personas ha sido como asistir cada día a una terapia. Siempre que leo me siento más aliviada y como dije, parte de un maravilloso engranaje de emociones y vivencias. A cada uno de ustedes vaya mi abrazo más profundo.

Como la mayoría, llegué aquí por una ruptura que ocurrió hace 6 meses. Soy chilena, tengo 29 años y mi ex tiene uno menos. Estuvimos juntos 2 años y medio, de los cuales convivimos casi la mayor parte del tiempo. Viví una relación realmente hermosa, aunque me moría de la risa y la vergüenza cuando leí lo de los «vende humo» y así también, me he sentido profundamente identificada con los escritos de relaciones dependientes, de narcisos, egoístas, adictos al enamoramiento…ufffff…mi relación fue también todo eso.

Él era de otra ciudad, nos conocimos una noche por el azar y a los tres meses ya vivíamos juntos en mi ciudad, en mi casa, porque desde que nos vimos, no soportábamos estar separados. Él, desde los primeros días y hasta el penúltimo me demostró un amor «increíble», verdaderamente increíble. Creo que ese mismo delirio y pasión en sus palabras siempre me tuvo en la duda, en la incertidumbre de si eso podía ser, de si era real, de si realmente alguien se puede enamorar así de un «zás»… pero todo parecía tan mágico que me dejé llevar por esos colores. Se desvivía por demostrarme que yo era lo más importante, la única, la mejor del planeta, en infinitos bla blás que me inflaron el ego hasta lo profundo. Era un hombre cariñoso, demasiado romántico, de cartas de amor y desayunos diarios a la cama. Fue una locura, tal cual, estábamos juntos prácticamente 24×7, porque él trabajaba 6 días a la semana desde la casa y yo, estaba egresada de mi carrera, estudiando para mi examen de grado, haciendo una práctica de poca carga horaria. El único día que viajaba a su ciudad a trabajar, generalmente peleábamos o andábamos tristes por no estar juntos, mucha pataleta mía. En fin. Una dependencia y necesidad excesivas, tanto así, que cuando se nos presentó la realidad, cayó como un balde de agua fría. Él es artista y yo casi abogada. Desde un principio me había involucrado en su trabajo, como no nos gustaba separarnos, estábamos comprometidos a trabajar juntos, en su área. Así, yo empecé a dejar de lado mi carrera, di mi examen y me fue súper. Fui la mejor en la práctica. Pero cuando tuve que hacer mi memoria, ya no tenía ni un ánimo se seguir ese rumbo, así que no le di más bola y de a poco, fui alejándome de todos mis intereses personales. Llegó este año y con él una oportunidad única de trabajo para él, donde tenía que salir mucho más de casa, donde también él era su propio jefe y podía elegir a su equipo de trabajo y… no me incluyó. En nada. En pocos días me fui a negro. Toda la promesa del trabajo juntos, era humo. En vez de reclamarle, me vi a mí misma, una mujer tan capaz (siempre he sido cabezona para los estudios, muy buena en los trabajos que he tenido, fui mamá a los 15 años y tengo una relación exquisita con mi hijo hermoso al que he cuidado cada día, tengo montones de amigos, soy extrovertida, etc., mucha historia que me provoca reconocerme como «tan capaz»), totalmente perdida, sin profesión, sin intereses, alejada de mis amigos, siendo el «pepe grillo» de ese hombre. Dirigiendo su vida, sus finanzas, nuestra casa. Y caí en cuenta, que estaba haciéndome cargo de todo, menos de mí, lo cual en el fondo, me daba la sensación, de haberlo perdido todo y no estar haciéndome cargo de nada. Tenía todos mis huevos en la misma canasta. En la de él. Mi vida se desarrollaba mitad de semana en su ciudad (una ciudad hermosa y maravillosa que amo y en este «desenganche» también ha sido un amor del cual he tenido que alejarme con mucha pena), mis nuevos amigos estaban allá también (sus amigos), había perdido mi vocación, porque después de toda una vida de anhelar ser una «Erin Brockovich», ahora quería ser artista, me parecía que no había nada más cool que eso para mí. Le dije todo esto, hecha un mar de lágrimas le dije que tenía que retomar mi vida, terminar mi carrera, volverme a enamorar de mis cosas, porque lo único que me gustaba de mi vida, era él. Le dije que no me gustaba mi vida así. Que era insostenible. ¿Qué conseguí? Que cayéramos en una vorágine que duró dos semanas de incesantes peleas, lágrimas, confusiones….. En todo este rollo, él se levantó una mañana, se fue al psiquiatra (nunca antes había ido), este último, en una hora de consulta lo diagnosticó con un «trastorno de inadaptabilidad» y al otro día, peleamos duro y se fue a su ciudad, para no volver jamás. Me dijo que ya no estaba enamorado, que estaba confundido y se sentía enfermo. Tal como llegó, se fue.

Y comencé el duelo más duro de mi vida. Pero el más enriquecedor. En mis rupturas anteriores siempre vi la culpa en el otro, el sentimiento reinante antes era la rabia. Ahora sólo podía mirar en mí misma. Los primeros meses me comió la culpa. Por tantas cosas!!! Durante la relación y como estúpido contrapeso a su romanticismo y su afán de enaltecerme como una divinidad, caí en una personalidad iracunda y caprichosa, todo mi narcisismo se incrementó como nunca antes. Culpa por haberme abandonado, culpa por habernos estancado, culpa por no haber podido salvar ese amor. ¿Amor? Sí creo que fue amor, un amor enfermo, inmaduro, infantil, inseguro, inexperto… lleno de «in..», porque aunque me ha sido duro muchas veces leer que la dependencia no es amor, no me lo creo. El amor no siempre es sano, pero no por ello deja de ser amor. La culpa fue el primer motor, pues sin ella, no habrían nacido en mí, fuertes deseos de cambiar, de mejorar, de evolucionar. Hoy, me siento en un proceso de autoconocimiento, por primera vez en mi vida quiero a la soledad, la amo!!! Necesito estar soltera un tiempo (y mi deseo es que sea harto tiempo, antes nunca estuve soltera ni un par de meses), reconocerme, reencontrarme. Y aunque ha sido triste, también ha sido feliz. No comí en dos meses, no dormí en tres y aún hasta hoy de pronto lloro, pero lloro porque me hace bien. Tuve la posibilidad de despedirme genuinamente de él y eso marcó un antes y un después (Aunque tenemos contacto cero desde hace 5 meses, le envié un correo de amor profundo, pero soltándolo, dejándolo ir, porque sentía que tenía que hacerlo y lo hice no más!). Cuando entendí que esa relación era una etapa pasada, cuando entendí que ya no volveríamos, cuando perdí la esperanza, al fin pude ser libre. Y comenzar a vivir mi nueva etapa, enfocada en el sentir más honesto de mi alma. Mucho de esto, lo pude hacer inspirada en tus palabras, Cristina. Y disculpa por darte la lata de toda la historia, pero de alguna forma necesitaba ponerme en contexto. Quizás no llegaste hasta acá leyendo, pero si lo hiciste, te agradezco enormemente por acompañarme en este proceso. Realmente estaba perdida, por completo (sin dinero, sin trabajo, sin poder acudir a un psicólogo y con la mirada puesta en él, que se veía feliz y disfrutando de todos los recursos de los cuales yo carecía). Tú me diste el enfoque que necesitaba, el empezar a cuidar de mí misma. Y ya me siento varios pasos adelante. Y ya el dolor es un amigo, sé que pasajero, pero amigo al fin y al cabo.

Sé que escribí mucho, pero lo hice con el ímpetu de mostrar a quienes hoy están mal, que sí se puede! Que los recursos están dentro de uno. Que el amor puede ser de mil maneras. Que preguntarse si fue amor o no, es totalmente estúpido. Todo lo que sentimos es verdad. Porque las emociones no mienten. Sólo que las cosas cambian, se acaban, se transforman. Y que la voluntad es una emoción y una palabra magna.

Tengo el enorme deseo y sueño de viajar a Europa y visitar España a finales del próximo año. Si se pudiera, ojalá conocerte y darte ese abrazo que hoy te mando por el mundo virtual. Te sigo leyendo. Me sigues acompañando.

Con mucho cariño y mil disculpas por haberme alargado tanto!!!

Victoria.

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Hola Cristina, queria saber que me recomiendas en mi situacion.

Mi ex y yo tenemos 21 anos. Es mi primer novio, lo presente en mi familia, el me presento en la suya. Nuestras familias se hicieron una sola, comparten muchisimo. Nuestra relacion era muy buena, tenemos mil amigos en comun, compartiamos diario, y todo era perfecto. Resulta que al ano de relacion me pide un tiempo, y se empieza a comportar raro, me di cuenta que compartia mucho con otra companera de la universidad y le preguntaba que pasaba y me decia que era solo una amiga, que yo era la persona de su vida.

Despues de un tiempo me dio curiosidad por ver que pasaba con la chica y la segui en sus redes. Me di cuenta que ya era novia de mi ex. Senti morir. La enfrente y le dije que como no sabia que el tenia novia, me dijo que ya tenian 5 meses conociendose y que no sabia nada de mi. Mi ex habia borrado todas las fotos conmigo de las redes sociales y me habia dicho que fue un problema que tuvo y no se que, pero me di cuenta que era para ocultarme con ella.
En fin que lo enfrente a el tambien y me dijo que ya no me queria que lo dejara en paz que con quien queria estar era con ella. Senti que moria.
Al mes volvio, diciendome que habia sido un error que me amaba que lo perdonara, que se dio cuenta que esa chica no era para el, le pedi que me lo demostrara y lo puse a prueba un mes.

El primer mes estuvo perfecto, hasta fuimos al psicologo a hacer terapia de pareja. Pero resulta que nunca dejo de hablar con ella. Se paso san valentin con ella y no conmigo, me decia que se la recordaba todo el tiempo y que por mi culpa no la podia olvidar. Lo perdone e intentamos de nuevo sin yo mencionarla, pero el entonces me decia que ella lo buscaba.
Yo le escribi a la chica y le dije que dejara a mi novio en paz. No recibi respuesta. Durante marzo y abril continuo el va y ven. Hasta que en mayo decidio dejarme y quedarse con ella. Decidi hacer mi vida pero nunca perdi el contacto con su madre y ademas tenia que verlo diario a el ya que estudiamos juntos.

El volvio con la chica, viajaban juntos, hacian todo juntos. De esto hace ya 6 meses, Ahora de 1 mes para aca me empezo a hablar y me dijo que ya no queria que fueramos enemigos, (porque teniamos todo ese tiempo que no cruzabamos palabras, aunque nos vieramos en la uni) me dijo que ya no estaba con aquella muchacha. Acepte ser su amiga.

Pero ahora quiere que volvamos, me dice que yo soy la persona con la que se quiere casar que cometio muchos errores pero que va a cambiar, que a aquella chica nunca la presento con toda su familia, y que sin embargo a mi todos me conocen y me quieren, que nunca publico fotos con ella como conmigo, etc. (cosas que son ciertas). Lleva un mes demostrandome querer estar conmigo y esta vez si me consta que no esta hablando con la otra chica. Ya no la llama ni se hablan, y se ve que se harto de ella de verdad.

NO SE QUE HACER… Vuelvo con el? lo perdono por eso que me hizo? Lo amo mucho de verdad y quiero creer que si va a cambiar. El me dice que sabe que es un inmaduro y que actua por impulso pero que ya sabe lo que quiere y que es a mi.

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